miércoles, 28 de junio de 2017

88% dejaría la prostitución



Esta noticia hace referencia a estadísticas realizada en una zona determinada de España, León,  por lo que no puede ser generalizada. Sin embargo, puesta en relación a otros estudios no difiere ampliamente. Tengamos en cuenta que el medio en que son realizadas así como las personas que deben ser entrevistadas es muy evasivo, difuso e incluso delincuencial.
Este elevadísimo porcentaje muestra como aquello de que “lo hacen porque les gusta”, “buscan la vida fácil”, “ganar dinero fácil” y similares es un mito que encubre la realidad y mantiene el estigma hacia las personas en prostitución y las aleja de la ayuda que la sociedad debiera brindarles. Si todo fuera tan maravilloso como el marketing proxeneta nos muestra en notas bien pagadas en las que alguna protagonista dice estar “orgullosa” y feliz con todo el dinero que obtiene, si todo fuera viajes, confort y glamour, por qué el 88% de las personas en prostitución quieren dejar esta actividad. Además, si se gana tanto dinero y tan fácilmente, por qué, una vez decidido, no pueden dejar la prostitución…. Si todo es tan venturoso, ¿por qué esperan un príncipe azul? O quizá este sea el argumento con el que se defienden , se justifican a sí mismas de la imposibilidad real de dejar la actividad.
La prostitución es una extrema violencia que deja huellas imborrables y ata a las personas al constante abuso solamente por ser pobres, por no tener recursos, y porque hay una sociedad que sostiene una práctica vejatoria de la dignidad humana, por tanto, violatoria de los Derechos Humanos.
Alberto B Ilieff




88% dejaría la prostitución
18/06/2017
 Una encuesta que han realizado entre las usuarias del programa LUA en León arroja un dato esclarecedor: el 88% se plantean dejar la prostitución. Lo curioso es que muchas creen que las sacará del hoy un príncipe azul. «Muchas piensan que podrán dejar la prostitución si encuentran pareja y lo que ocurre es muchas veces, después de un fracaso, las he tenido de retorno», explica. «Hay hombres que van de salvadores, pero la primera arma arrojadiza que utilizan ante una discusión es decirles: Eres puta».

La resiliencia y la capacidad de adaptación de estas mujeres es algo que llama la atención a los profesionales que trabajan con personas en situación de prostitución. «Al llegar aquí sufren un impacto extraordinario por la lejanía de la familia y el choque cultural, pero al mismo tiempo la dependencia de sus hijos e incluso de otros miembros de la familia, así como las deudas que contraen, las tienen atadas», explica la responsable del programa Lua.

Las mujeres son las principales víctimas de la trata de seres humanos con fines de explotación sexual. Pero también están saliendo a la luz casos de transexuales. A León llegó un caso desde otra provincia cuyo relato produce escalofríos. «Le retiraron el pasaporte y ejercía en condiciones de esclavitud. Fue apaleado por unos chicos y estuvo en coma», comenta Noemí de la Puente, de Aclad.

Fuente
http://www.diariodeleon.es/noticias/afondo/88-dejaria-prostitucion_1168660.html





Paula víctima de trata con fines de explotación sexual



 Testimonio de prostitución

Esta es una historia de trata de personas, pero no nos confundamos, es fundamentalmente una historia de prostitución, simple y a secas. La trata de personas es la forma penal en la que bajo determinadas condiciones se produce la captación y explotación sexual. Constituye el 95% de las personas en prostitución, el resto, el 5%  son captadas de manera “suave”, sin una violencia explícita, pero siempre abusando de una situación previa de vulnerabilidad, por eso también podrían ser considerados casos de trata de personas que no encajan en el tipo penal.

Una vez más se comprueba que el delito de trata de personas es un medio por el cual son sometidas las mujeres necesarias para el funcionamiento de los burdeles o la prostitución callejera, de ahí que no puedan ser separadas la trata de la prostitución, son dos caras de la misma y única moneda. También demuestra que la mayoría de las mujeres y niñas, no importa cual fuere su condición, no imaginan ni quieren a la prostitución como una posible salida de sus estrecheces. La llamada “voluntaria” es minoritaria, estadísticamente irrelevante y cuando se la explora, encontramos los mismos elementos que en el resto de los casos.
En Paula hallamos estos componentes, ella dice haber accedido a la prostitución por propia voluntad, no es conciente de su situación de vulnerabilidad previa, de cómo le “hicieron la cama”, como la llevaron -mediante deudas y seguramente presión psicológica- hacia el destino que ya le tenían previsto los tratantes-proxenetas. No es conciente porque para ella el maltrato, la falta de recursos, las presiones son algo natural, algo que debe haber vivido desde niña en su propio país, en su familia, al ser lo común no lo registra del mismo modo que no registramos conscientemente que estamos rodeados del oxígeno que respiramos. Por este motivo no se “siente” víctima, no llega a comprender la magnitud de su situación y de los diversos factores que dieron como resultado su ingreso a la prostitución.

El prostituidor-putero-“cliente” que va a un prostíbulo o las acecha en la vía pública, podrá saber esto, pero no le interesa, al contrario, esa situación agrega más condimento al acto basado fundamentalmente en el sometimiento. Este perverso sistema está sostenido por su dinero, por su indiferencia hacia la situación de les otres, es parte de la cadena de sometimiento y destrucción humana que la trata de personas-prostitución significa.

Debemos resaltar el papel que juega en la vida de muchas de estas personas las organización no gubernamentales que ponen su esfuerzo y escasos recursos asistiendo a las personas que han sido llevadas a la prostitución.
Alberto B Ilieff




Paula víctima de trata con fines de explotación sexual
«Han sido dos años de horror hasta que he podido pagar todo»
Una paraguaya relata cómo fue captada y abocada a prostituirse dos años: «Que digan la verdad, nos llegan imágenes de una España maravillosa» .
18/06/2017
 «Han sido dos años de horror hasta que he podido pagar todo»
Paula es el nombre ficticio de una mujer que durante dos años se prostituyó tras llegar a España con la idea de trabajar en un bar. Es de Paraguay, uno de los países de donde llegan más casos de trata. Encontró ayuda en el centro Betania de las Adoratices de Burgos. La entrevista se realiza por mediación de su directora, Consuelo Rojo.

—¿Cómo fue captada?

—Fue una amiga a través de Facebook. Comenzamos hablar, me dijo que aquí había trabajo, que podía venir, que desde Paraguay un chico me prestaba el dinero para el viaje y luego yo se lo devolvía.

—¿Le prometieron un trabajo? ¿De qué?

—No me dijeron de qué era el trabajo exactamente, pero que en un bar. Como yo veía fotos de esta chica a través de Facebook y eran una fotos donde había coches bonitos, casas grandes, muchas fotos con ropa muy diferentes….

—¿Qué le dijeron que tenía que hacer cuándo llegó a España?

—Al llegar a España, estuve en la casa de una compatriota, que era la madre del chico que me prestó el dinero, y estuve buscando trabajo, estuve en muchas empresas y lugares, pero no encontré trabajo… y pasaron los días y tenía que pagar la deuda, entonces me desesperé, y como estaba en contacto con mi amiga a través del Facebook, le dije que me ayudara y me dijo dónde estaba ella y como podía ir a para ganar dinero y pagar la deuda. Estaba en un club y allí me fui con ella

—¿Le dieron viático para entrar en España?

—Sí, yo he venido de turista y tienes que traer dinero para decir que estas de turista, me dejaron 1000€ que tenía que devolver después, junto al dinero que me dejaron para el pasaje y demás: pasaporte y otros papeles… Me hicieron firmar un papel con todo el dinero.

—¿Qué cantidad le impusieron como deuda?

—Mi deuda es de 10.000€.

—¿Le amenazaron con hacer daño a su familia?

—Ellos saben dónde viven mis hijos, estuvieron en mi casa, el chico que me prestó el dinero es un chico conocido, yo lo conocía de mi ciudad.


—¿En dónde la obligaron a ejercer la prostitución (piso, club, calle) y en cuántas ciudades?

—Al llegar a España y encontrarme con que no tenía trabajo y necesitaba pagar la deuda, porque si no me seguía aumentando, tuve que pedirle a mi amiga ayuda para conseguirlo y así fue como empecé. Me he movido por varias ciudades de España

—¿Durante cuánto tiempo tuvo que prostituirse? ¿Cuánto cobraba y cuánto era para usted?

—He estado 2 años, para terminar de pagar toda la deuda, me ha costado mucho, y no podía dejar de pagar, mi familia, mis padres, mis hijos……

—¿Cómo le controlaban en España: retención de documentación, vivía retenida en un piso o en el club dónde trabajaba?

—Nadie me ha retenido nada, yo tenía que pagar la deuda, la casa de mi madre estaba en el papel si no pagaba, mis hijos son pequeños y tienen que comer.

—¿Cuándo y cómo logró liberarse?

—Han sido 2 años de horror, hasta que he podido pagar todo, no solo los 10.000€ también tenía deudas en mi país que he tenido que pagar, ahora ya no tengo nada.

—¿Quién le ayudó?

—Estaba en un club y llegaron una chicas para hacer un taller de salud y explicarnos cosas para el trabajo, me dejaron un teléfono por si quería yo contactar con ella, y me encontré enferma y me acorde de ellas y les llame y así fue como conocí a Betania y ellas me han ayudado mucho.

—¿Se sentía usted víctima o no?

No, a mí me ofrecieron venir a España a un país donde podía conseguir muchas cosas, muchas conocidas mías estaban aquí y enviaban mucho dinero a mi país, yo también tenía derecho a tener una vida mejor para mí y mi familia.

— ¿Tiene secuelas físicas y/ psicológicas?

—(No responde)

—¿Ha logrado encontrar otro trabajo? ¿Cómo vive ahora?

—Cuando terminé de pagar la deuda, y ya no tenía estrés, decidí intentarlo de otro modo, comencé hacer cursos y a prepararme y ahora tengo un trabajo normal como todo el mundo. Ahora vivo en un piso alquilado por mí, y estoy preparando los papeles para poder traer a mis hijos aquí conmigo.

—¿La mayoría de las mujeres que ha conocido mientras ejercía la prostitución son víctimas de trata?

—Muchas sí que tenían deuda y muchas cosas que pagar.


—¿Qué tipo de ayuda ve necesaria para acabar con esta lacra?

—Que se sepa la verdad, que no lleguen imágenes de que aquí en España todo es maravilloso y que todo son ayudas, y que llegas y ya eres una más, todo es mentira. Mentira, llegas y no hay trabajo, y es muy difícil conseguirlo, nadie te conoce, no conoces a nadie, nadie confía en ti… y a los tres meses te quedas sin papeles y te tienes que tener cuidado de que la policía no te coja y tienes que tener cuidado de que nadie más te engañe.

—¿Siente aún temor?

—A veces sí que recuerdo, y tengo mucho miedo, a veces cuando estoy en la cama tengo pesadillas… pero estoy trabajando y cada día estoy mejor.


Fuente:
http://www.diariodeleon.es/noticias/afondo/han-sido-dos-anos-horror-he-podido-pagar-todo_1168661.html





martes, 13 de junio de 2017

Prostituta VIP : “Es fácil juzgar y criticar a las mujeres que hacemos esto, pero nadie sabe lo que pasamos”



Testimonios de prostitución


Esta frase es lapidaria: “Cuando era pequeña un tío mío abusó sexualmente de mí, crecí con ese amargo  y triste secreto.” Pero por lo tremenda no deja de ser un lugar común en la historia de las personas en prostitución. Estudios realizados muestran que más del 70% de las mujeres en situación de prostitución han sufrido abuso sexual infantil.

El abuso sexual infantil daña, marca, de manera definitoria la subjetividad del niño/a porque no solamente implica el abuso en sí mismo –de por sí traumatizante-, la mayoría de las veces cometido por familiares o amigos de la familia, sino que además comprende a todo el grupo familiar. Los padres o quienes tienen la responsabilidad de cuidar la integridad del niño/a que se  desentienden, cuando no son cómplices, entregadores.

Los sentimientos de profunda desvalorización y culpa suelen acompañar toda la vida a quienes fueron víctimas lo que también se manifiesta como rechazo al propio cuerpo, a sus sensaciones y al placer. La violencia sufrida marca de manera negativa el hecho de ser mujer y a la propia sexualidad.

Desde esta perspectiva la prostitución aparece como un síntoma, una serie de conductas que señalan la presencia del daño previo.

En la mayoría de los casos nos encontramos también con la pobreza económica, muchas veces extrema, pero esto no nos debe confundir, no toda niña/niño pobre terminarán en la prostitución, para eso la carencia económica debe asociarse a otros tipos de faltas, la desvalorización de la niña-mujer convertida en objeto para producir dinero, a la ausencia de sensibilidad, de cuidado amoroso, de respeto al cuerpo, a la persona. 

En este contexto el abuso sexual infantil, que, repito, se halla presente en la mayoría de las historias de personas en prostitución, es representativo de este clima en que se forma la subjetividad infantil. Esto no significa no tomar en cuenta el factor de predisposición y disparador que significa la pobreza, la carencia económica, y todo lo que implica: falta de escolarización, de acceso a la salud, a la capacitación y oportunidades laborales, mala alimentación y vivienda.

El dinero aparece entonces como representante de lo que puede suplir, anular, todas las faltas, todo el amor que no se ha recibido. Es la carta mágica que permitirá salir de la “pobreza” afectiva y aportará el respeto y valoración de la familia, especialmente de la madre: “que podía ganar algo de dinero y así ayudarle a mi madre”, “con las ganancias le ha podido remodelar la casa a su familia.” Esto es un elemento también característico de estas historias, la familia, aquella que en su momento no cuidó o entregó a la niña, ahora sigue haciéndolo, fingiendo no darse cuenta de la situación de prostitución, o abiertamente aceptándola porque les reporta económicamente.

De este modo, la prostitución que es imaginada como la salida a ese mundo infernal, devuelve a la persona al mismo, nuevamente una y otra vez es abusada, otra vez el descuido, la falta de amor, el uso que el dinero no llega a compensar: “nadie sabe lo que pasamos”.

Muy lejos estamos del mundo glamoroso que el marketing proxeneta nos vende. Sin contar que Tiffany no nos habla de sus dificultades psicológicas y físicas, mucho menos de la presencia de proxenetas, redes de prostitución, tratantes de personas y de la siempre presente, “prostitución infantil”.

En el mundo capitalista el dinero se ha convertido en un fin absoluto –o los objetos que con este se pueden comprar- que pretende tapar lo que de otro modo sería más que evidente, la violencia que todo acto de prostitución implica, la violencia en que millones de niños/niñas crecen en nuestras sociedades opulentas. 
Alberto B Ilieff




Prostituta VIP : “Es fácil juzgar y criticar a las mujeres que hacemos esto, pero nadie sabe lo que pasamos”
Por Alexis Torres -
Junio 11, 2017
Diario Tiempo Digital consiguió el testimonio de una joven Prostituta VIP donde nos comentó como ha sido su experiencia.

Tegucigalpa. Diario Tiempo Digital consiguió el testimonio de una de las protagonistas de lo que se ha convertido en un “empleo” habitual para muchas jóvenes hondureñas: la prostitución VIP.

Es una bella mujer, con rasgos físicos únicos. Ella, una dama de 26 años de edad, accedió a compartir su historia. Eso sí, siempre y cuando mantuviéramos su identidad en el anonimato.

En esta ocasión la llamaremos Tiffany, una hermosa dama, de pelo color negro,  tez blanca, ojos tono café miel, que con su linda mirada endulzan a cualquier hombre.

De buena estatura, una mujer de aproximadamente 1.70 mts. Sus manos y piel muy bien cuidadas; pero no todo en esta vida lo que brilla es oro.

“Es fácil juzgar y criticar a las mujeres que hacemos esto, pero nadie sabe lo que pasamos”, dijo Tiffany.
Con estas palabras iniciamos la interesante conversación con la que abrimos las puertas a la triste realidad que viven muchas jóvenes en nuestro país.

“Cuando era pequeña un tío mío abusó sexualmente de mí, crecí con ese amargo  y triste secreto. Me encontré en un círculo emocional bastante confuso entrando a mi adolescencia, ya que me preguntaba porque me había pasado eso a mí”, contaba con su mirada fija la guapa hondureña.

Mientras conversábamos, podía sentir un cierto resentimiento y rencor cuando expresaba todo lo que había vivido en su niñez.

“Crecí en un hogar humilde, hija de una madre soltera. Mi padre nos abandonó cuando yo estaba muy pequeña, dejó a mi mamá encargada de mis dos hermanos menores y yo”, expresó Tiffany.

En ese momento pausé mi grabadora, ya que sus lágrimas empezaron a caer por sus mejillas. Le pasé una servilleta de las que estaban en la mesa donde charlábamos, mientras nos tomábamos un café.

Pasaron unos 2 minutos y medio cuando volví a poner en marcha mi grabadora y continuar con la conversación. En ese momento, me miró a los ojos y me interrogó lo siguiente:

“¿Querés saber cómo y por qué entre a este mundo?”, a lo que respondí inmediatamente que sí.

“Bueno, honestamente quería llegar a ser alguien, tener todo lo que nunca pude tener de pequeña. Además, mi mamá trabajaba en una tienda y lo que ganaba casi no le alcanzaba para la comida”, indicó la joven hondureña.

Seguidamente me explicó cómo es que fue atrapada por las garras de la prostitución.

“Tenía 19 años, cuando una prima mía me dijo que si quería ganar dinero solo por “salir a fiestas con hombres”. También me dijo que la paga era buena, entre mil y mil 500 lempiras por noche, me dijo que no tenía que hacer nada que no quisiera”, manifestó.
Al mismo tiempo, Tiffany agregó que “ante esa propuesta, miré que podía ganar algo de dinero y así ayudarle a mi madre”.

Una falsa ilusión
De acuerdo a lo informado por la joven y hermosa hondureña, esta profesión le deja muchas ganancias económicas.

Trascurridos uno 17 minutos de la plática, la linda “catracha” detalló cómo fue esa primera cita.

“Me acuerdo que ese día eran como las cuatro de tarde y ella –la prima- me habló para preguntarme si me había decidido. Yo le contesté que sí, que dónde íbamos a ir, y me dijo que a una casa de unos amigos de ella”, añadió.

Comentó que cuando llegaron a la casa del “amigo” de la prima, ella miró que no era un amigo cualquiera.

“Llegamos a la casa de esa persona, muy reconocida por cierto. Pues bueno, ya me presentó con los demás hombres que estaban ahí. Trascurrió la noche y tomamos tragos finos. Yo me preguntaba a qué hora nos regresaríamos para la casa, le pregunté a mí prima y me dijo que disfrutara porque nos iban  a pagar bien”, precisó Tiffany.

Sin rodeos manifestó que esa noche, el hombre con el que comenzó esa “falsa ilusión”, le ofreció 5 mil lempiras por dormir con ella.

“No teníamos para comer en la casa, no tenía ni para comprarme un jabón de baño de esos olorosos. Él me enseñó el dinero y se lo agarré y tuve relaciones sexuales esa noche con el primer desconocido”, recordó.
Con su mirada a veces ida y pensativa, ella relataba una y otra historia de sus inicios en la prostitución VIP.
 “Parte de la situación económica y social del país me llevó a eso”: Tiffany
Con el dinero que gana mensualmente le ayuda económicamente a su familia y paga sus estudios universitarios.

Sorina Vazelina

Con su ceño fruncido comentó  que no podía dejar de lado que una de las causas que la llevó a trabajar como sexo servidora era la profunda crisis económica y social que vive nuestro país.

“Aquí el salario minino no alcanza para nada y yo quería vivir con más comodidades. Llevo haciendo esto hace ya casi siete años. No soy bruta, me sé administrar –Ja,ja,ja,ja-”, indicó entre carcajadas la guapa mujer.

Explicó que sus clientes son hombres, la mayoría políticos y empresarios hondureños.

“Mis principales clientes son personas con mucho poder y dinero. Me dan lo que quiero y cuando se los pido. Me contratan de dos a tres veces por semana cada uno. No te voy a decir quiénes son, pero lo que sí te digo es que son personas poderosas”, declaró Tiffany.

Señaló que el tiempo que lleva ejerciendo esa labor y con las ganancias le ha podido remodelar la casa a su familia.

“Mi familia piensa que trabajo en un banco de la capital. Actualmente solo me dedico a eso, me deja buenas ganancias, entre 20 mil a 25 mil lempiras al mes”, puntualizó.

Para Tiffany la vida que lleva le da tranquilidad, y ya no lo mira como algo malo. “Mis amistades no saben nada, solo mi mejor amiga, es la única que sabe”, acotó la “catracha”.
Pronto se retirará
Con una sonrisa radiante me dice que pronto dejará de prestar sus servicios sexuales exclusivos o VIP.

“Solo termino la universidad y me dedicaré a ejercer la carrera universitaria que elegí estudiar. De esa manera quiero empezar una nueva vida, y te soy sincera que no me arrepiento de hacer lo que hago”, subrayó.

Justificó  que la situación que vive el país, el tener dinero se ha convertido prácticamente en el objetivo de la vida.

“En Honduras si no tenés dinero no comés, no podés ir al médico, en fin no podés hacer nada. Eso sí, con esto no te digo que justifico la prostitución, porque para mí lo que yo hago es sobrevivir”, precisó Tiffany.

Cabe mencionar que así como el caso de esta compatriota hay decenas de mujeres que experimentan las mismas situaciones.

En Honduras la prostitución está prohibida, pero muchas personas se las ingenian para salir adelante y mantener a sus familias.

La prostitución se define como el acto de participar en actividades sexuales a cambio de dinero o bienes.

Aunque esta actividad es llevada a cabo por miembros de ambos sexos, es más a menudo por las mujeres, pero también se aplica a los hombres-

Fuente: