viernes, 15 de marzo de 2019

Una prostituta a favor de su oficio: "Soy una mujer de negocios"


La noticia es un ejemplo nítido de lo que los proxenetas-tratantes invierten en notas para publicitar la prostitución al mismo tiempo que son anzuelos para atraer nuevas niñas, mujeres. Muchísimo dinero, viajes, la redacción hace pensar en lugares caros, ropas de marca, y al final un camino libre de obstáculos para cumplir los sueños, algo así como un tiempito en el purgatorio para poder vivir una eternidad en el paraíso.
La nota es atemporal, apenas insinuadas ciudades, no hay momentos definidos, ni historia social, desgajada del tiempo y espacio suena más inocente, como los cuentos para niños.
Hay que imaginar la situación de pobreza en aquella Rusia, la situación de esa joven que dejó atrás su mundo para ir hacia aquel dónde todos los sueños se realizan como en disneylandia: Estados Unidos. El patriarcado ya tiene el camino marcado, la prostitución la espera. Pero en la nota no aparece nada de lo que sabemos que viven estas mujeres desprotegidas, ni las consecuencias, salvo el desliz de quien escribe: “sordidez que implica el acostarse con otros hombres por dinero.”
La historia que nos venden de las “sindicalistas” pro-proxenetas es similar, viajes,  invitadas en universidades, charlan con políticos….todo nos quiere mostrar que si te dejás prostituir se abre un mundo de posibilidades maravillosas de las que ellas también son ejemplo.
La lucha también hay que darla en el espacio simbólico.
Alberto B Ilieff


Una prostituta a favor de su oficio: "Soy una mujer de negocios"

Svletana Z., veinteañera de origen ruso, cuenta su acelerada vida y sórdida experiencia acostándose con hombres por dinero
Autor E. Zamorano
25/11/2018

"Soy una mujer de negocios. Hice lo que los políticos dicen que los inmigrantes tienen que hacer: trabajar duro, aprovechar la oportunidad, maximizar el talento, ajustarse y adaptarse a la nueva economía mundial". Así se define y justifica Svetlana Z, una mujer de origen ruso que ha pasado toda su vida trabajando en la prostitución en Estados Unidos. Su historia seguramente sea parecida a la de muchos inmigrantes que parten muy lejos de su país con un sueño en mente, y que tarde o temprano acaban viendo como todas sus esperanzas se rompen. Pero no su dinero.

"Salí de mi país porque quise estudiar cine y psicología, y ahora puedo pagármelo. Me gustaría casarme y tener un hijo", comenta ahora, una vez pasado el tiempo. Svetlana Z ha narrado su vida a través de un largo reportaje publicado en la revista 'Medium'. Las palabras escogidas a la hora de contar sus experiencias en la gran ciudad resultan duras y afiladas; sin embargo, de ellas se desprende un mensaje de redención, una vía de escape a la sordidez que implica el acostarse con otros hombres por dinero.

No hace falta que trabajes. Si dejas que me acueste contigo, te pagaré

Ella creció en el centro de Rusia. "Cuando era pequeña, quería ser una guía turística y ver mundo", relata. Pero un buen día, llegó un autobús turístico a su ciudad, "pequeño y apestoso, sin aire acondicionado", con un guía de aspecto físico dejado y desastrado. "Pensé que los guías turísticos en Estados Unidos serían mejores". Por ello, decidió partir a Nueva York con 19 años y tan solo 300 euros en el bolsillo. ¿Cómo llegó a trabajar de prostituta? “Solicité trabajos en restaurantes y consultorios médicos, pero nadie me contrataba”, explica. “Vi un anuncio para bailarinas y llamé. Me recogieron en un camión lleno de más chicas. Al final, nos llevaron a un club donde muchos hombres querían tocar diferentes partes de mi cuerpo. Gané 300 dólares, y decidí que nunca jamás volvería a hacerlo”.

Pero desgraciadamente, su camino volvería a cruzarse con el de hombres ávidos de sexo. “Respondí a otro anuncio para trabajar en una cafetería turca. El propietario me dijo: 'No hace falta que trabajes. Si me dejas follarte, te pagaré'”. Evidentemente, Svetlana Z se negó. Pero un día vio un anuncio en una tienda de masajes. No hacía falta que tuviera experiencia y prometía un salario de 500 dólares por día. Al final, su empleo resultó ser algo más que efectuar unos simples masajes. No se vio obligada a nada que no quisiera y ganó bastante dinero. Meses más tarde, la despidieron y decidió montar un mismo negocio por su cuenta con una compañera.

"La vida alegre" nunca fue tan dolorosa. Detenciones, multas y torturas a todas esas pioneras del trabajo sexual
Uno de sus clientes asiduos, un hombre rico que siempre le preguntaba por su vida en la lejana Rusia, conectó emocionalmente con ella y le prestó ayuda psicológica. Una noche, le ofreció más de mil euros para que se acostase con él. “Fue tentador, pero pensé que si alguna vez accedía a algo así, ya nunca jamás me respetaría a mí misma”, reconoce. “Así que me invitó al Plaza Hotel, en una suite con excelentes vistas. Abrió una botella de champán caro y comenzamos a hablar. Luego nos desnudamos y tuvimos relaciones sexuales. Me dio un sobre con mil dólares, pero me reiteró varias veces que no se trataba de un pago; solo lo hacía porque le gustaba”. Se puede decir que a partir de ese momento, Stevlana Z ingresó en la prostitución.

Una de las cosas más curiosas que la extrabajadora sexual cuenta en su artículo, es que las diferencias raciales eran sin duda la balanza con la que se medía el caché de los encuentros. “Las chicas blancas eran las que más cobraban, al menos en Nueva York. Luego las españolas, las asiáticas y, por último, las negras”, explica. “Uno de mis clientes me instó a que me aprovechara de la situación”. Manos a la obra. Pensó en hacerse autónoma y dejar de trabajar para agencias. “Establecen tus citas, te cuidan. Pero también adquieren un porcentaje de tus beneficios. Las empleadas de estas agencias o quieren lidiar con la carga de ser dueñas de sus propios negocios. En mi caso, puse toda la carne en el asador y me hice autónoma. Lo hice por mí misma y por nadie más. Fue muy duro. Al fin y al cabo, los empresarios del sexo son los únicos que se hacen ricos de todo el negocio”, admite.

Los que todavía eran vírgenes eran horribles en la cama. Ni siquiera sabían hablar a una mujer. Me daban pena


"A los hombres les gusta acostarse con mujeres de caras bonitas y cuerpos delgados, pero también cultas e interesantes", puntualiza Svletana Z. "Les solía decir a los clientes que acababa de regresar de Dubái o Hawai. Nunca he estado en ninguno de esos lugares, pero aprendí sobre ellos en la televisión. Me hizo más exótica. Estaba disponible las doce horas del día, desde el mediodía hasta la medianoche. Siempre fui puntual, amable, incluso cuando el cliente se portaba mal y era grosero. Ya sabes, una o dos malas críticas pueden hacer daño al negocio".

Svletana Z estuvo en la cama con chicos de todas las edades, desde mayores de 60, hasta menores de 30 años que solo querían experimentar su primera vez. "Los chicos jóvenes son lo peor. Los que todavía eran vírgenes eran horribles, una pesadilla. Una vez estuve con uno que todo lo que había hecho en su vida era consumir pornografía y masturbarse hasta los 25 años. Fue algo así como: 'Venga, haz esta posición, da la vuelta, mejor así'. Ni siquiera sabía hablar a una mujer. Me dio pena. Pero aún así, traté de ser amable".

El 90% de mis clientes estaban casados. La mayoría eran banqueros. O son muy santos o unos completos mentirosos

Para ella, los clientes se dividían en cuatro categorías. Los que simplemente quieren pagar por la compañía y que creen que están comprando una relación sentimental. Los que creen que te poseen y las parejas. "Los primeros son los más simples. El segundo, aunque piensan que son dulces, pueden ser muy exigentes contigo. Los del tercero sin duda son los que más dolores de cabeza te provocan", asegura. "Un tipo me pidió que derramara miel sobre mi cuerpo antes de hacerlo. Me negué. Entonces, me ofreció el triple y finalmente acepté. Tardé dos horas en limpiar todo, desde las sábanas hasta mi cara y mi pelo. Fue entonces cuando decidí que si alguien me volvía a pedir lo mismo, le pidiría hasta cuatro veces más".

Por otro lado, "el noventa por ciento de mis clientes estaban casados, y la mayoría eran banqueros. Si conoces a un inversor y te dice que nunca ha estado con una prostituta, o es un santo o un completo mentiroso. A un tercio de ellos les gustaba ver cómo me masturbaba y la mitad siempre me preguntaba por el tamaño de su miembro. Un 80% me preguntaba siempre si había tenido un orgasmo". Al final, la jugada le salió perfecta. "Cumplí 24 años en marzo y logré ahorrar 200.000 dólares en la prostitución. He viajado a Marruecos, París, Pekín y Mónaco", subraya y concluye, sin un ápice de resentimiento hacia el sexo masculino. "No odio a los hombres, no soy una víctima, nunca me han violado ni drogado, y tampoco he hecho prornografía".

Fuente:
https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2018-11-25/prostituta-porno-sexo-parejas-prostitucion_1655838/




Un hombre que paga por sexo no está bien de la cabeza


“Un hombre que paga por sexo no está bien de la cabeza”

DUQUESA DOSLABIOS 02 DE MARZO DE 2019

Dentro de la prostitución: conversaciones con la chica X

Hace poco conocí a la chica X. Sabes de quién hablo. Tú también la conoces.  La que vive en un piso de Madrid, de Valencia, de un pueblo de Toledo con cinco mil habitantes o cerca de la playa. Es esa que te cruzas en el supermercado, en el gimnasio, la que podría tener la edad de tu hija, de tu hermana mayor o de tu novia, cualquiera de las mujeres que te rodean. Aunque esta, en concreto, tiene 26 años, y esto es lo que me contó de su oficio, la prostitución.

¿Qué clase de protección tienes ante clientes que se niegan a pagar, recurren a la violencia o no quieren marcharse de tu piso?
Yo cobro al principio, si no paga, se va. Varias veces han venido sin dinero o con menos del acordado.
Al último que me hizo eso me dio tanta bronca… Llega y me intenta besar ya en la puerta. Un asco, muy baboso. Le aparto y le llevo a la habitación, le pido el dinero y empieza a tocarse el pene y a intentar manosearme.

Le aparto de nuevo y le pido el dinero nuevamente. Me dice que no tiene. Le grité a mi amiga y entre las dos le echamos. Era un tipo bastante grande físicamente. Le echamos a empujones y una vez en la puerta le golpeamos en la cara.

¿Qué pretendía? ¿Tener sexo sin pagar con una prostituta? Hace poco a mi compañera de piso, un putero le cogió el dinero que le había pagado y se fue corriendo. Le tuvo que amenazar para que volviera a devolver el dinero. Y eso que lo había tratado bien. Yo no me dejo ni tocar, pero ella hace de todo.

Encontramos el lugar donde trabajaba, y se asustó. Cuando regresó le grabamos con el móvil. El hombre parecía un gato asustado corriendo por todos lados. Ella le partió un palo de la escoba en la cabeza. Se lo merecía. Se fue llorando. ¿Por qué lo hizo? ¿Por qué robarle a una prostituta a la que acabas de follar?

¿Ha cambiado tu percepción de los hombres?
Sí, de ver tantas fotos de parejitas o con hijos. Me dan asco. Cada vez que veo a la típica pareja con hijos pequeños en la calle me lo imagino a él de putero. ¿Cómo puedes hacerle eso a tu pareja? Premeditadamente, pagando, buscando. No tienen respeto ni por ellos ni por las personas que tienen al lado. ¿Cómo puedes formar una familia así, bajo la mentira?

¿Cómo vas a educar a tu hijo si eres un mentiroso de serie? ¿Acostarte mirando a los ojos a tu pareja después de haber estado con otra persona? Muchos de ellos son bisexuales, contratan prostitutos incluso.
Aparte no hay más que ver sus móviles y las búsquedas que hacen en internet.

Estoy bloqueada a nivel sexual, no siento deseo, me cuesta hasta con un chico que me gusta. Imagina con los puteros. Nulo. Se excitan hasta con animales. A mi compañera de piso le han preguntado si su cachorro participaba. ¿Cómo se puede estar tan enfermo?


¿Has vuelto a coincidir con tus clientes en otros contextos?
Yo olvido sus caras enseguida, no los recordaría, pero ellos si se acuerdan de mí. Están en todas partes, médicos, políticos, policías, guardias civiles, tipos en el paro, etc. Si he coincidido con ellos no me habré enterado. Creo que si veo alguno con la novia me reiría y le haría sentir mal si ha sido maleducado conmigo.

¿Cómo te ves dentro de diez años?
La idea del suicidio ronda a veces mi cabeza, con más o menos fuerza. Si sigo metida en esto terminaré haciéndolo. No sé, no me veo dentro de diez años. A veces me gustaría poder ver el futuro y saber si estaré viva o no. Todo lo que he tenido que aguantar… No sé. Intento reprimirlo pero ahí está.

¿Tus ingresos te permiten ahorrar/vivir con comodidad o es un oficio que solo te permite vivir al día?
En mi caso no obtengo mucho, pago el alquiler, las facturas y poco más. Pero mi compañera, la yonki, en dos días hace 800 euros y se los gasta en fiesta o de compras, en tonterías. Hay personas que tienen un imán para los puteros y otras que no. Si yo ganara lo que gana ella, podría cumplir mis metas enseguida.
Como dice el dicho “Dios le da pan a quien no tiene dientes”.

¿Ves relación entre la prostitución y el machismo?
Más que machismo creo que es una enfermedad mental, hay hombres machistas que no pagan por sexo.
Un hombre que paga por sexo no está bien de la cabeza. Hay chicos de 18 años que ya están pagando por sexo, ¿qué les espera para los 50? Todo el mercado sexual está dirigido a hombres. Estuve en alguna agencia donde había chicos y el 99% de los clientes eran hombres, casados o con novia.

¿Cómo pueden pedirle sexo a una prostituta sin condón o besos con lengua? Están totalmente locos. Tienen una noción distorsionada de la realidad. Incluso te piden abrazos. Las carencias afectivas no se solucionan pagando. Si no puedes generar emociones en personas libres, no esperes que pagando alguien vaya a sentir algo por ti.

Es un encuentro entre personas con problemas mentales, ellos y nosotras. Aunque entre nosotras hay de todo, las que estamos por necesidad porque no tenemos otra fuente de ingresos, las que lo hacen por drogas, las que lo hacen por lujos (las pocas las vip) y a otras les da igual, se excitan con todo pero son las menos.

Buscamos cosas diferentes. Nosotras dinero, ellos sexo/compañía. Entre ellos hay puteros ‘normales’, que buscan sexo y nada más, luego están los que cruzan la línea y pretenden encuentros pasionales, como si fueras su amante. Eso es muy agotador mentalmente, y los que se drogan o piden toda clase de porquerías, son los más enfermos.

Duquesa Doslabios.


Fuente
https://blogs.20minutos.es/el-blog-de-lilih-blue/2019/03/02/prostitucion-entrevista-chica-x-puteros/





“Muchos puteros se niegan a usar condón y muchas prostitutas lo aceptan”


Testimonios de prostitución


“Muchos puteros se niegan a usar condón y muchas prostitutas lo aceptan”

DUQUESA DOSLABIOS 21 DE FEBRERO DE 2019

Dentro de la prostitución: conversaciones con la chica X

Hace poco conocí a la chica X. Sabes de quién hablo. Tú también la conoces.  La que vive en un piso de Madrid, de Valencia, de un pueblo de Toledo con cinco mil habitantes o cerca de la playa. Es esa que te cruzas en el supermercado, en el gimnasio, la que podría tener la edad de tu hija, de tu hermana mayor o de tu novia, cualquiera de las mujeres que te rodean. Aunque esta, en concreto, tiene 26 años, y esto es lo que me contó de su oficio, la prostitución.

¿Cuál es el perfil de tus clientes?
No hay un perfil, hay tanto hombres de 18 como de 60. Incluso de 70. Una vez un viejo me dijo “te veo fría”. ¿Y qué esperaba? Prefiero gente joven porque dan menos asco visualmente. Pero con los viejos no tengo sexo, les pongo excusas. Les hago terminar de otras formas. En la ciudad donde estoy ahora hay más hombres mayores de 40 o 50. Pero a la vez a mi compañera de piso le vienen más de 18 a 40. Cada una tiene su público supongo.

¿Has sufrido violencia o maltrato?
Sí, lo conté anteriormente. También puedo agregar los insultos que me llegan a veces, por mensaje, claro. A la cara nadie te dice nada. O incluso amenazas de muerte. Son muy resentidos los puteros. Muchas veces se obsesionan contigo aunque no te conozcan ni hayan estado contigo.

Como es todo clandestino ni siquiera ellos te respetan. “Eres una puta de mierda” te dicen. Pero soy una “puta de mierda” porque tú me pagas. O sea eres parte del problema, ¿no? Y me sorprende que ellos tan adictos a pagar por sexo insulten. Son personas muy infelices.

¿Te han obligado a hacer algo que tú no quisieras?
Hasta hace poco dejaba que me hicieran cosas que me daban asco, como tener sexo con ellos. Sí, suena raro, pero no quiero y si puedo evitarlo lo hago el 99% de las veces.

Llevo más de un mes sin tener penetración con un putero. Les hago terminar de otras formas y si se enfadan me da igual. No puedo más. Mi cabeza no soporta más.

Ahora por 50 euros te exigen de todo. Y muchas hasta por 20 euros lo hacen. Hay que mentir y decir que sí, que te hago de todo, porque si les dices la verdad no vienen y las facturas hay que pagarlas igualmente.

¿Crees que legalizar la prostitución cambiaría algo?
No lo sé, está muy degenerado todo esto. El uso del preservativo, por ejemplo. Muchos puteros se niegan a usarlo y muchas prostitutas lo aceptan. Eso del francés natural que suelen pedir me parece una asquerosidad. Hasta piden eyacular en tu boca o besos negros. Qué locura, ¡lamer culos de puteros!
Incluso piden la penetración sin condón.

Los hombres se educan mirando porno, y creo que todo el porno debería ser de pago. El fin de semana en un fast food vi a unos niños de 10 años con móviles y ahí me di cuenta. Tienen acceso a tanta información, a porno y a cosas sexuales, que así terminan, trastornados como sus padres.

Todas las peticiones asquerosas de los puteros vienen del porno que consumen. Sobre todo desde que salieron los teléfonos con Internet, que pueden ver a escondidas toda clase de contenido que antes no veían en sus ordenadores por miedo.

No sé en qué cambiaría la legalización todo esto, la falta de cuidado, las tarifas bajas o la droga. Corre muchísima droga. ¿Cómo se legisla esto? El putero va a querer seguir drogándose y pidiendo sexo sin condón.




En Twitter hablas de tu compañera de piso que también se dedica a la prostitución, pero está enganchada a las drogas, ¿es algo habitual entre prostitutas?
Muchas consumen. Hay anuncios que ofrecen “fiestas blancas”, porque con un solo putero pueden hacer bastante dinero. De 80 a 100 euros la hora y el putero drogadicto se queda varias horas. A veces incluso días.

Prefieren eso a estar follando con varios tipos al día. Mi compañera se droga porque es una tonta, no puedo decir otra cosa, ellos le ofrecen pero no la obligan. A mí también me han ofrecido y me niego.

¿Te gustaría dedicarte a otra cosa?
Sí, totalmente, estoy en eso. Me parece degradante la prostitución, no se puede defender esto. Creo que solamente la vería válida si una pudiera escoger al hombre con el que se va a acostar, como un ligue pero de pago.

A ninguna mujer le gusta estar con viejos asquerosos, gordos, feos o tipos agresivos. Se me pone la piel de gallina al recordar cuando me penetraban algunos de estos. Me sentía tan mal por dentro…

¿Te han contagiado de alguna enfermedad? ¿Te preocupa que suceda?
A mí por suerte no. Y creo que los puteros a pesar de lo suicidas que son, no se infectan de nada tampoco.
Muchos tienen novia o están casados y piden prácticas de riesgo. O hay una epidemia oculta de VIH o es más difícil contagiarse de una venérea.

Yo pongo condón siempre para todo. Ni los beso ni nada, aunque ellos sí. Te pasan la lengua por el cuerpo y hasta por el culo. No saben separar, una cosa es tu pareja y otra una prostituta.

Aunque me habría gustado escribirlo en un solo post, la conversación con chica X continúa, por lo que dejaré para la próxima semana la continuación de su historia. También puedes leer aquí la primera parte por si te la perdiste.

Duquesa Doslabios.

Fuente
https://blogs.20minutos.es/el-blog-de-lilih-blue/2019/02/21/entrevista-chica-x-prostitucion-puteros/




“Me acuerdo del primer putero que atendí, un pederasta”


Testimonios de prostitución


“Me acuerdo del primer putero que atendí, un pederasta”

DUQUESA DOSLABIOS 17 DE FEBRERO DE 2019

Dentro de la prostitución: conversaciones con la chica X


Hace poco conocí a la chica X. Sabes de quién hablo. Tú también la conoces.  La que vive en un piso de Madrid, de Valencia, de un pueblo de Toledo con cinco mil habitantes o cerca de la playa. Es esa que te cruzas en el supermercado, en el gimnasio, la que podría tener la edad de tu hija, de tu hermana mayor o de tu novia, cualquiera de las mujeres que te rodean. Aunque esta, en concreto, tiene 26 años, y esto es lo que me contó de su oficio, la prostitución.

¿Cómo empezaste en esto? ¿Podrías contarnos tu historia?
Empecé en esto en mi país. Lo hacía en la calle, comencé siendo menor de edad. En mi casa había muchos problemas y me escapé varias veces. Mi casa no era el mejor ambiente para crecer. No veo a mi familia desde hace muchos años.

Me acuerdo del primer putero que atendí. Un viejo al que tuve que masturbar en su coche. Ahora que lo pienso, era un pederasta. Pero a ellos eso les daba igual. Venían a buscarte entre varios, a veces no pasaba nada, otras sí. Una vez me tuve que escapar de un viejo que se había quedado en “modo violador”. Le tuve que apartar varias veces y me fui corriendo del coche porque no se detenía. Hay hombres que se excitan y ya no razonan. Me ha pasado incluso con amigos, o que pensé que lo eran.

Recuerdo los coches pasar, te hacían señas para que te acercaras. La prostitución de la calle debería estar totalmente prohibida por todos los riesgos que corren las chicas allí, a manos de puteros, de “novios proxenetas” y de otras prostitutas. Es un ambiente asqueroso. Y a los puteros les encanta eso, es divertido para ellos ir a buscar prostitutas en la calle. Saben que es ilegal pero van igualmente.

Después de eso terminé en agencias donde te quitaban el 50%. Todas dormíamos en la misma habitación y te cobraban multas por todo: la publicidad, el techo, todo. Al final terminabas prostituyéndote para pagarle la deuda al dueño del chalet. Había muchas menores de edad allí. A mí me rescató un italiano y me trajo a España.

Intento olvidar aquella época, fue la peor de mi vida. No he regresado a mi país, ni pienso hacerlo.




¿Qué es lo más desagradable a lo que te has enfrentado?
En la calle me fui una vez en un coche con varios hombres. No pensé que fuera peligroso y lo fue. No quiero hablar mucho del tema pero bueno ya puedes imaginarte lo que pasó. Cuando se fueron me senté en el borde de la calle, vino la policía por allí y pasó de largo.

Una vez en Benidorm un marroquí, terminó muy rápido. Era eyaculador precoz, le toqué y terminó sin hacer nada. Se puso violento. Pasé mucho miedo también y más sabiendo la fama que tienen. Intentaba empujarlo para que saliera del apartamento, pero me resbalaban las medias de red en el suelo. Le arañé en su cara. Recuerdo mis dedos metidos en sus ojos, se le hundieron. Pensé que iba a quedarse ciego.

Le arañé dentro de la boca. Al final empecé a gritar y se fue. Como tengo las uñas duras creo que le hice daño porque se puso a escupir sangre en la puerta. “No entrará más nadie aquí”, gritaba. Son cosas que pasan a veces.

También vienen hombres muy sucios, con el olor a no sé… cebolla mezclada con ajo que desprenden sus axilas. ¿No se dan cuenta de lo mal que huelen? Te dicen que ya se ducharon antes y es mentira. Una vez tuve que salir a vomitar de lo penetrante que era ese olor.

¿Qué es lo que menos te gusta de tu oficio?
No considero trabajo esto, es un medio para sobrevivir nada más. No terminé de estudiar. Tuve trabajos precarios pero terminaba volviendo a esto. No me gusta estar con gente que me repugna físicamente, pero llega el momento de pagar las facturas y me desespero.

¿Hay algo que te guste?
En algún momento me gustaba algún putero, cuando los veía como personas normales. Luego me di cuenta que están enfermos, tienen una adicción sexual. Se pasan el tiempo viendo webs de prostitutas, buscando una y otra y otra. Basta mirar el móvil de cualquiera de ellos. Un putero que se había mostrado interesado por mí había llamado antes a trece chicas. Yo era la última de la lista. Una semana están contigo y la otra con otra chica. Es una obsesión enfermiza.

Aunque me habría gustado escribirlo en un solo post, la conversación con chica X va para largo, por lo que dejaré para la próxima semana la continuación de su historia.

Duquesa Doslabios.

Fuente: 
https://blogs.20minutos.es/el-blog-de-lilih-blue/2019/02/17/chica-x-entrevista-prostitucion/





Historias del porno: Brutales relatos de la realidad


Testimonios de prostitución



Historias del porno: Brutales relatos de la realidad
Por: Alonso Martínez
8 de septiembre, 2018

Las actrices sonríen y dicen que se divierten, pero estos testimonios afirman que detrás de cámaras todo es humillación y degradación.

Quizá la pornografía no es completamente mala. Sin embargo, con la forma en la que ha evolucionado en los últimos años se ha transformado en algo completamente sádico y violento, en especial para las actrices que son engañadas para entrar a la industria. Aunque cada vez existen más trabajos feministas que se preocupan por el bienestar de sus actrices, el mainstream cada vez es más machista y brutal con sus actrices, transformando la forma en que las personas piensan sobre el sexo.

Por ese motivo, ahora existen más voces de mujeres que fueron parte de la industria que hablan abiertamente sobre cómo funciona el negocio y la forma en que fueron humilladas y agredidas durante sus participaciones. Los siguientes testimonios revelan esa cruda realidad, y cómo aunque todo en pantalla parece consensuado y emocionante, detrás existen oscuras historias de abuso y desesperación.

Los siguientes testimonios son tomadas de las fuentes citadas en el artículo y de diferentes entrevistas que realizaron ex-actrices.

*Las imágenes son parte de la cinta A Serbian Film y su único propósito es el de ilustrar estos relatos.

Alex

«Una película tuvo la escena más atemorizante, deprimente y brutal que he hecho. He tratado de quitarlo de mi memoria por el severo abuso que recibí durante la filmación. El actor tenía un odio natural en contra de las mujeres, en el sentido de que siempre ha sido más brutal de lo que se requiere. Accedí a hacer la escena, pensando que me iba a pegar solamente una vez en la cabeza. Si te das cuenta, él usó un anillo de oro sólido todo el tiempo y siguió golpeándome con él. Detuve la escena a la mitad porque me dolía demasiado»

Alexa
«Como la mayoría de las actrices porno, dije esta mentira; era una de mis cosas favoritas para decir cuando me preguntaban si me gustaría hacer una escena en particular. «¡Sólo hago lo que me gusta! ¡No haría algo si no me gustara!» (Lo decía con una falsa sonrisa y me reía) ¡Qué mentira! Hice lo que tenía que hacer para "trabajar" en el porno. Hice lo que sabía que me ayudaría a ganar "fama" en la industria».


Jessi
«Fue la cosa más horrible, vergonzosa y degradante. Tuve que filmar un DVD interactivo, lo cual tarda horas y horas de filmación, mientras tenía fiebre de 104 grados (Fahrenheit). Estuve llorando y me quería ir pero mi agente no me dejó. Dijo que no me podía dejar flaquear. También hice una escena en la que me pusieron con un actor que estaba en mi "lista de no". Quería complacerlos, así que lo hice. Él me pisó la cabeza [...] Me asusté y comencé a gritar. Dejaron de filmar y me enviaron a casa con una paga reducida porque tenían sólo un poco de la toma y no toda la escena».

Andi
«Después de un año de 'la vida glamourosa' tristemente descubrí que las drogas y la bebida eran parte del estilo de vida. Comencé a beber y estuve en fiestas hasta que se salió de control. La cocaína y el éxtasis eran mis favoritas. Después de un poco, me convertí en alguien que no quería ser. Después de hacer tantas escenas hardcore, no pude seguir. Sólo recordé estar en situaciones horribles, experimentando depresión extrema, estando sola y triste».



Regan
«Me rompieron la cara. Muchas de las chicas estaban llorando porque de verdad estaban adoloridas. Yo no podía respirar. Me pegaban y ahorcaban. Estaba muy alterada y ellos no se detenían. Siguieron filmando. Les pedí que apagaran la cámara y siguieron filmando».

Jessie
«La gente en la industria del porno están entumecidos en la vida real y son como zombies caminando. El abuso que sucede en la industria es increíble. La forma en que estas jovencitas son tratadas es realmente enfermizo y parece como un lavado de cerebro. Lo dejé por el trauma que experimenté aunque sólo estuve un corto periodo de tiempo. Salí con mucha gente de la industria, desde chicas contratadas hasta las gonzo. Todos tienen el mismo problema. Todos están drogados. Es un estilo de vida vacío tratando de llenar un vacío. Me hice adicta a la heroína y al crack. Casi entro en sobredosis. Tuve momentos en los que me amenazaron con cuchillos. Me han golpeado casi hasta morir».



Genevieve
«El abuso y la degradación fue dura. Sudé y estaba en un horrible dolor. Además de la experiencia horrorosa, todo mi cuerpo me dolía y estaba molesta todo el día. Al director no le importaba cómo me sentía. Sólo quería terminar el video».

Molly
«Fui forzada a entrar al porno por un chulo de Ft. Lauderdale. Me envió en un avión a Nueva Jersey para filmar "abuso facial". El manager de "abuso facial" me violó después de la escena y me dio dinero para no denunciarlo. Aún no tengo propiedad del video. Mi manager se gastaba alrededor de 100 dólares al día para mantenerme drogada».



Anónimo
«Las actrices jóvenes sin experiencia son estafadas por agentes que les dicen que estarán haciendo escenas sencillas, cuando en realidad llegan y son brutalizadas para crear contenido que está claramente hecho para hombres que odian a las mujeres. La industria sabe sobre esto, pero como los creadores siempre tienen control sobre los actores, fingen que no pasa nada».

Elizabeth
«Me forzaron a recibir fluidos corporales en mi cara o en cualquier lugar a donde el productor quisiera, y si yo no aceptaba, no me pagaban. A veces tenías una escena en la que el productor cambiaría lo que tendría que ser normal a algo más intenso, y si no te gustaba te decían: "Si no te gusta, muy mal, lo haces o no te pagamos».



Estas mujeres no dejaron la industria o accedieron a participar porque tenían miedo de quedarse sin dinero. De hecho, se dice que cada vez son más defraudadas por los negocios en Internet y sólo se les paga si sus videos tienen éxito. De igual forma, se les adentra en el mundo de las drogas para que sigan gastando y se mantengan trabajando. Asimismo, muchos testimonios revelan que existen fuertes peligros de enfermedades de transmisión sexual pero la industria decide ignorarlo y mentirle a las personas. Es una industria oscura que, aunque puede que tenga sus esquinas donde sí existe seguridad para los involucrados, se aprovecha de las mujeres, usándolas como objetos que pueden ser brutalizados, desechados y reemplazados en tan sólo un segundo.

Fuente
https://culturacolectiva.com/cine/historias-del-porno-actrices-violencia-humillacion?fbclid=IwAR10c6heBtqmEBLHXqIX6IVJso9hrBouXugB8uOiBDdzTpM5IsHYwgy7fcI

Nota: las imágenes son del original