viernes, 25 de enero de 2019

La historia de cómo me vendieron a un hombre chino y me convertí en traficante de mujeres


Testimonio de prostitución
Señora B

Este artículo en muchos momentos me hizo recordar el síndrome de Estocolmo, aquel que surge cuando una persona que piensa que objetivamente su vida peligra, que está totalmente a merced de otra y es tratada por su raptor con algún gesto cordial. Ese trato con apariencia de humanidad alivia la tensión interna, hace renacer alguna esperanza de que no se la hará sufrir o se la matará. Esto también hace que se olvide la situación real de trata, de secuestro, incluso el inicio que puede haber sido extremadamente violento. El síndrome desarrolla un sentimiento que se puede confundir con amor hacia su raptor. proxeneta.tratante e incluso se llega a adoptar sus valores y justificar todas sus acciones.
 
Burdel, foto diariocronica.com.ar

La historia de cómo me vendieron a un hombre chino y me convertí en traficante de mujeres

La señora "B" asegura que pensaba que la trata de personas era algo por lo que todas las mujeres norcoreanas debían pasar. Ella fue víctima de la trata y acabó convirtiéndose en traficante. Aquí te contamos su historia
China
La señora "B" fue vendida a un hombre chino y después ella también se dedicó a vender mujeres. (CINESOFA vía BBC).
BBC Mundo
15.12.2018 /
"Me eché a llorar. Era tan injusto... Me presentaban a hombres cuando yo ya tenía esposo e hijos en Corea del Norte. Siento que me metí en este embrollo porque nací en el país equivocado".

La señora "B" tenía 36 años cuando fue "vendida" a un hombre chino, en el 2003.
Cruzó la frontera entre Corea del Norte y China pensando que trabajaría cuidando a ancianos.
Al menos eso es lo que le dijo un traficante.
Pero resultó ser una mentira.
Su intención era ganar dinero durante un año y regresar a casa.
De esa manera podría ayudar a su esposo y a sus dos hijos, que estaban en Corea del Norte.
Tener un nuevo marido no era, ni mucho menos, lo que estaba en sus planes.

- Vendida a un hombre chino -
En Changchun, en la provincia china de Jilin (norte), ella y otra mujer norcoreana fueron presentadas a cinco hombres chinos.
Luego, el traficante le dijo: "Vive con un hombre chino durante un año y luego huye".
Ahora el cineasta Jero Yun ha hecho una película sobre la "Sra. B" que incluye todas las peripecias de su vida.

Una de las curiosidades de la película, titulada "Mrs. B, A North Korean Woman" ("Sra. B, una mujer norcoreana"), gira en torno a cómo desarrolló afecto hacia el hombre chino al que la vendieron.
Vivieron juntos durante 10 años.
Pero hay más.

- Convertirse en traficante de personas -
Aunque fue víctima de la trata de personas, ella también se convirtió en traficante: vendía mujeres norcoreanas a hombres chinos.
En una entrevista reciente con el servicio coreano de la BBC, afirmó que el número de mujeres que vendió es aproximadamente 50.
Cruzó la frontera entre China y Corea del Norte y luego la frontera entre China y Laos para llegar a Corea del Sur, y todo para poder mantener unida a su familia norcoreana.
Pero la relación entre ella y su marido norcoreano se rompió.
A pesar de ser un país libre, dice que Corea del Sur "la repugna" más que hacerla feliz.

- De la vida real a la pantalla grande -
Pero, desafortunadamente, su historia no es inusual.
La trata de personas es algo por lo que muchas mujeres norcoreanas pasan cuando intentan escapar del Estado comunista de Corea del Norte.
Muchas mujeres terminan dando a luz a niños gestados con los hombres chinos a los que fueron vendidas y se quedan con ellos.
Además, muchos norcoreanos que van a Corea del Sur dicen que se arrepienten de haber ido, y algunos incluso emigran a otro país.
Pero, ¿qué pensaba ella del hombre al que la vendieron?

- ¿Un romance inesperado? -
"Creo que es afecto. Cariño entre dos personas": así es como la "Sra. B" describe sus sentimientos hacia su marido chino (el hombre al que la vendieron) cuando le preguntaron si pensaba que se trataba de "amor".
"Realmente nunca pensé que fuese amor. Es solo que es muy comprensivo, una buena persona", añadió.

La "Sra. B" explicó que pocas personas hablaban de "amor" en la China rural donde ella vivía con su esposo.
En Corea del Norte, las conversaciones sobre amor también brillaban por su ausencia.
La película se centra principalmente en la relación con su marido chino, al que califica como cariñoso.
En la película aparece tratando de hacerla sentir mejor con una sonrisa cuando ella está enojada.
También la ayuda a prepararse para cruzar la frontera entre China y Laos, y confía en que una vez que se haya establecido en Corea del Sur, hará que él vaya con ella.

A la gente le sorprende la idea de que la trata de personas pueda acabar en un romance inesperado.
"Le dije que podía tener hijos pero que no quería tenerlos porque ya los tenía en Corea del Norte, y él me dijo que le parecía bien. Me sentí muy agradecida. Es decir, ¿quién no lo estaría?", dijo la "Señora B".
"Me sentía responsable, este hombre no tenía hijos por mi culpa, así que mis hijos y yo estaremos a su lado cuando fallezca", aseguró.



- Lo que la película no cuenta -
La "Sra. B" en realidad llevó a China a sus hijos norcoreanos, además de a su marido norcoreano, para vivir con ellos, aunque eso no sale en la película.
En 2009, llevó a su hijo mayor a China. Vivió con ella y con su marido chino durante tres años, pero no se adaptó bien. La "Sra. B" finalmente lo ayudó a irse a Corea del Sur.
En 2013, la "Sra. B" también ayudó a su hijo menor y a su esposo norcoreano a irse a Corea del Sur, pero antes fueron a China y estuvieron con ella y su esposo chino durante 40 días.
Durante un período la Sra B., su marido chino, su marido norcoreano y su hijo pequeño dormían todos en la misma habitación. (CINESOFA vía BBC)
"En realidad, todos dormíamos en la misma habitación: yo, mi esposo chino, mi esposo norcoreano y mi hijo menor", dijo.
"¿No te parece romántico?", bromeó.

- "Solo una de ellas" -
La "Sra. B" dice que el 80% de las mujeres norcoreanas son víctimas de la trata de personas cuando huyen de Corea del Norte.
Y que ella es "solo una de ellas".
(Ni Corea del Sur, ni Corea del Norte, ni China tienen estadísticas oficiales sobre cuántas mujeres norcoreanas son víctimas de la trata de personas).

La "Sra. B" no se convirtió inmediatamente en traficante vendiendo a otras mujeres norcoreanas en China.
Inicialmente, dijo, trabajó en una granja, donde ganaba el equivalente a US$9 al mes.
Trabajó en la granja durante dos años. Se encontraba con su familia norcoreana en la frontera entre China y Corea del Norte con la ayuda de un traficante para darles dinero.

- El contrabando de mujeres norcoreanas -
Se sorprendió de lo débil que estaba su marido norcoreano, y fue entonces cuando comenzó a trabajar vendiendo mujeres norcoreanas.
"Sentí que tenía que hacer algo para salvar a mi familia", dijo.
"Necesitaba ganar más dinero. Pero no tenía nacionalidad ni identidad en ese momento y no había muchas cosas que pudiera hacer para ganar mucho dinero".
De 2005 a 2010 vendió alrededor de 50 mujeres norcoreanas a hombres chinos.
Reconoció que era "trata de personas", pero enfatizó que no las engañó (como ocurrió con ella en 2003) y que esas mujeres estaban de acuerdo con el trato.
En ese sentido, aseguró que las había ayudado a encontrar una forma de vivir.
"Las mujeres norcoreanas que huyeron del régimen no tienen a nadie en quien confiar".
"Pero si las pongo en contacto con hombres, pueden casarse y vivir seguras. Si viven en las calles, las atraparán y las enviarán a una prisión en Corea del Norte".
Dijo que dividía el dinero entre ella y las mujeres (vendidas).

También traducía al chino las preguntas que querían hacer las mujeres a la familia china a la que las estaban vendiendo. Por ejemplo, para aclarar los términos del matrimonio o para enviar dinero a la familia de la mujer en Corea del Norte todos los meses.

Pero ¿se siente culpable de haber sido víctima y luego traficante?
"Pensé que la trata de personas es algo por lo que todas las mujeres norcoreanas debían pasar", respondió.
"Me engañaron, pero al menos estas mujeres sabían en qué se metían. Es posible que hayan sentido resentimiento, pero no tanto como yo", agregó.

- En sus zapatos -
Además de vender mujeres norcoreanas a hombres chinos, la "Sra. B" también trabajó como traficante enviando norcoreanos a Corea del Sur.
Dijo que había enviado a al menos 50 norcoreanos a Corea del Sur. Y, esta vez, tuvo que ponerse en sus zapatos.
"Hice la misma ruta que hizo mi hijo menor hace dos meses. Me había dicho que era muy dura y me aconsejó que llevase muchas manzanas en la mochila", recordó.
"No puedo describir lo duro que fue. Se me rompía el corazón al pensar por qué los norcoreanos tenemos que pasar por todo esto tan difícil para sobrevivir".
El cineasta y director Jero Yun, quien la acompañó en su fuga de China al Sudeste Asiático en camioneta, a pie y en tractor, le dijo al servicio coreano de la BBC: "Era físicamente muy difícil para mí, con solo una cámara y por mi cuenta, retratar todos los detalles del tumultuoso viaje".

- "Drogar a un bebé" -
"Aunque no pude rodar mucho, ese viaje me dio la lección más importante de toda mi vida", dijo.
En la película, cuando el grupo de desertores cruza la frontera entre China y Laos a pie, un bebé que está en el grupo comienza a llorar desconsoladamente, y todos entran en pánico.
Aunque en la película no se ve, la "Sra. B" reveló que terminaron drogando al niño.
No tenían otra opción, ya que hubiesen podido atrapar a todo el grupo, aseguró.
De Laos hasta Bangkok fueron acostados en la parte trasera de un tractor para evitar que los viesen las autoridades.
Esta parte del viaje se ve en la película: Yun también está acostado y graba el cielo, claro y azul.



- Sin final feliz –
La "Sra. B" le prometió a su marido chino que una vez que se estableciera en Corea del Sur haría que él también fuese. Pero eso no sucedió.
Llegó a Corea del Sur en enero de 2014 y, durante un interrogatorio de los oficiales de inteligencia de Corea del Sur, la consideraron sospechosa de espionaje.
El origen de la sospecha era que una vez había vendido una droga norcoreana, conocida como "hielo", en China.
La "Sra. B" reconoce que lo hizo una vez para ganar dinero.
Los funcionarios de inteligencia de Corea del Sur alegan que el beneficio que obtuvo de la venta fue para el gobierno de Corea del Norte y que, por lo tanto, existe la posibilidad de que sea una espía, si bien ella niega esa acusación.
No obstante, el gobierno de Corea del Sur clasificó a la "Sra. B", así como a su esposo, como "norcoreana no protegida", lo que significa que no van a recibir ayudas como dinero para asentarse, subsidios de vivienda o formación profesional.
Corea del Sur otorga el estatus de "no protegido" a los desertores norcoreanos que tienen antecedentes penales, a los que vivieron en China durante al menos diez años o a los desertores norcoreanos que no solicitaron asilo en el año siguiente a su llegada, entre otros.
En el caso de la "Sra. B", el Ministerio de Unificación de Corea del Sur aseguró a la empresa de comunicación surcoreana News Tapa que a ella y a su esposo se les dio el estatus de "no protegido" porque ambos vendieron drogas ilegales.
La "Sra. B" afirma que su marido nunca tuvo absolutamente nada que ver con las drogas.

La cantidad de norcoreanos que huyen del país ha descendido notablemente desde la llegada al poder de Kim Jong-un hace siete años, según Seúl.

Además, alega que gastó todo el dinero que ganó vendiendo droga y que, por lo tanto, no hay motivos para que los funcionarios de la inteligencia surcoreana sospechen que era una espía.
Los dos presentaron una demanda contra el gobierno de Corea del Sur.
En este proceso, el marido chino de la "Sra. B" se casó con otra mujer.

- Solo amigos -
Pero siguen en contacto "como amigos", cuenta la "Sra. B", mostrando un mensaje de texto que él le envió la mañana de la entrevista.
La "Sra. B" le envió fotos de la película.
"La mayoría de las veces me escribe para pedirme perdón. Eso es porque él es el que me traicionó", dijo.
Ahora la "Sra. B" trabaja en un bar en Yangpyeong, en el este de Seúl, vendiendo café.
Y explica que aceptó por dinero que el director Yun la grabara.
"En ese momento el dinero lo era todo para mí, pero ya no pienso así", manifiesta.
"Sacrifiqué todo por mis hijos. Pero ahora que tengo más de 50 años quiero vivir para mí misma, persiguiendo mi felicidad. Ya no quiero tener nada que ver con el tráfico y el contrabando".

Fuente
https://elcomercio.pe/mundo/asia/historia-me-vendieron-hombre-chino-luego-me-converti-traficante-mujeres-escapaban-corea-norte-noticia-588066









Hipersexualidad forzada


Testimonio de prostitución


Alessandra Luna
HIPERSEXUALIDAD FORZADA

Por fin se escuchan las voces de les niñes violades y abusades.
En nuestro colectivo de sexo genero disidente la proporción es alarmante, dentro del mismo un 80% somos abusades/ violades en nuestra niñez pre y adolescencia. Un total horror.
Busque info y no había por lo que senti la responsabilidad de hacer un pequeño trabajo de relevamiento en una muestra en infancias pre adolescencias y adolescencias nuestras y es alarmante, un 80% de nosotres somos abusades. Luego en nuestras pre adolescencias nosotras mismas naturalizamos y justificamos nuestra hipersexualizacion forzada "xq somos re putites". Pero los grandes y a mi me han tocado muchos hombres y algunas mujeres no dejan de ser abusadores.
El 80% también son cercanos y un 20% el mas peligroso de ambos es el de desconocidos q te llevan de la plaza de una estación de la vereda...

Alessandra Luna

También la cantidad de abusos es directamente proporcional a la intensidad con que se nos note ese "salir" de la norma por nuestra performatividad.
Y a contrapartida se encuentran para combinarse también de manera directamente proporcional la potencialidad de disciplinamiento en cada persona que oficia de "policía sexual" en nuestros cuerpos.
Las pre adolescentes trav trans por ejemplo, y desde más pequeñas también, tenemos continua e intensa vida sexual con adultos. Cosa que nosotras mismas naturalizamos "xq somos re putitas" depositando toda la responsabilidad sobre nosotras y no sobre el adulto abusador. Y en la adultez con la prostitución lo reforzamos, sosteniendo que ese 80% de nuestro colectivo que subsiste en situación de prostitución lo hace porque realmente lo disfruta, la lectura oculta seria que somos un colectivo hiper sexualizado que les gusta tener sexo con 10 o 15 tipos por noche sin parar y de #paso ganar dinero. Otra vez nos encontramos ante otra Hipersexualizacion Forzada Social que recarga la decisión/culpabilidad/estigmatización sobre el individuo.
Volviendo a la niñez pre y adolescencia, somos un blanco fácil porque callamos porque no tenemos con quien hablar, porque nos van a culpar o desmentir. Porque pensamos que por ser diferentes merecemos eso.
Yo entre mis 6 y 18 años recibí muchísimos abusos de adultos. Más intensamente entre los 8 y 10 años. Y no solo de las mismas frecuentes personas sino de muchos. Y que pasaba ? Era un congreso de abusadores que me toco en esos años? Porque no solo el abusador del barrio...sino unas 30 personas en esa franja e incontables mayores luego de entre mis 12 y 18 ya perdí la cuenta. Pero seguro 4 por dia. Aclaro que yo viviendo en Guernica viajaba a capital rateándome del colegio o simplemente por vaguear como todo adolescente. Pero en el viaje del tren capital o constitución 3, 4 y a veces hasta 5 tipos me bajaban del tren para meternos x ahí a tener sexo. Yo no dejaba de ser menor d edad y ellos adultos. Pero había algo que me llevaba a acceder, sentía que "era mi lugar" que "merecía eso" lo naturalizaba. Esa desgracidamente fue mi epistemología , porque no tenía educación sexual para mi en la escuela, como mucho solo se hablaba de heteros. Tuve malas experiencias cada tanto alguno q me quería hacer daño etc. Sobreviví.
Pero entre los 8 y 10 no tenía ni idea de q se trataba todo.
Es ese disciplinamiento social que nos hipersexualiza forzadamente a determinados colectivos nos hace naturalizarlos y autonaturalizarlos.




Por fin hoy se puede hablar... Yo ya a los 45 años...



Por eso no dudemos de les niñes y en general de las víctimas de violencias sociales físicas sexuales etc
Por eso
#YoSiTeCreo











Graciela Collantes: “Que nos reconozcan como trabajadoras sexuales no nos va a poner en un lugar de igualdad “

Testimonio de prostitución


Graciela Collantes: “Que nos reconozcan como trabajadoras sexuales no nos va a poner en un
lugar de igualdad “





Graciela Collantes participó del panel “Prostitución, ¿Abolicionismo o reglamentarismo?” en la Semana de las Disidencias organizada por la Comisión de Géneros y Disidencias JVG, en el Instituto Joaquín V. González. Graciela fue fundadora de AMMAR y hoy preside la asociación civil AMADH, Asociación de Mujeres Argentinas por los Derechos Humanos. “Me alegro que hoy el debate esté acá. Yo no estoy para cuestionarle a ninguna compañera el cómo se llame. Simplemente estoy para que hagamos entre todos cumplir el abolicionismo. Porque el abolicionismo es una herramienta de derechos humanos que nos ayudó a todas las sobrevivientes y a todas las personas que hoy tienen que sobrevivir de la prostitución, a levantar la voz y a empezar a reconocernos. El abolicionismo es el único que propone en la Argentina cumplir con los derechos fundamentales de todas las personas en la prostitución”

“Un problema de las putas”
“Por primera vez me toca un panel con tantas jóvenes” se alegra. “Escucharlas para mí es como una batalla ganada, que hoy estemos aquí y podamos debatirlo, porque hace 23 años parecía que era un problema de las putas únicamente. Que las putas tenían que zafar del proxeneta, que las putas tenían que zafar de la represión, que las putas tenían que pedir al Estado políticas públicas.”

Graciela Collantes nació en Tucumán, en un contexto de pobreza y vulnerabilidad. Por ese motivo fue presa fácil de la trata de personas. “No fui esa característica víctima que secuestran, fue otra forma, hay distintas formas de captación. Hoy por hoy la mayoría de las captaciones son por las redes sociales.” Graciela se considera una sobreviviente de trata y tráfico de personas, y también sobreviviente de la situación de prostitución. “Estuve de los dos lados. Cuando pude zafar del proxenetismo, no teníamos una ley siquiera para denunciar. Primero tuvimos que batallar para tener una ley contra la trata, y eso nos llevó junto al feminismo un montón de años. Imagínense, todas las víctimas que pudimos zafar en los noventa, no tuvimos Ley de Trata. No pudimos denunciar. Me considero una sobreviviente de verdad, porque hoy me doy cuenta, mirando 23 años hacia atrás, ¿Cómo pude soportar? ¿Cómo pudimos soportar?”



De perseguidas a trabajadoras
Graciela cuenta cómo fue el inicio de la lucha contra la represión policial. “En 1995 empezamos a juntarnos, y a hablar en los lugares donde podíamos: adentro de los calabozos, en las esquinas, adentro de los patrulleros donde nos llevaban detenidas. Así nos llevó a esto de plantarnos y a defendernos con nuestros cuerpos, que era la única herramienta que teníamos en ese entonces para parar las represiones, para zafar del proxenetismo y empezar a denunciar. Pero no nos importó. Nosotras cuando nos organizábamos, cualquiera que venía y nos ofrecía ayuda, aceptábamos. Encontramos un lugar donde nos empezamos a reunir, la Central de Trabajadores Argentinos.

“Bievenidas compañeras, ustedes son trabajadoras como nosotros, trabajadoras sexuales”, relata que les decían, y ellas quedaron admiradas. “Que nos reconozcan trabajadoras después de haber estado comiendo mierda adentro de los calabozos, con cero educación que teníamos, que me llamen trabajadora para mí era la lucha ganada.” Así comenzaron a visibilizar y a denunciar.” Nos sirvió el paraguas político como trabajadoras sexuales en ese tiempo. Pero después empezamos a discutir entre nosotras, diciendo ‘¿vos sos trabajadora?’ entre nosotras en las esquinas. Hasta que llegamos a hacer una asamblea con Diana Maffía y otros compañeros de la CTA, que hablaban de que nos convenía convertirnos en un sindicato, para tener todos los beneficios que tiene cualquier trabajador o trabajadora.” En ese momento empezó una discusión interna.

“Imagínense ustedes, reconocer qué doloroso, después de que nos decíamos trabajadoras, empezar a mirar qué nos había pasado en nuestra historia, por qué estábamos en esta situación. Empezamos a escuchar los derechos de las personas, cuando empezamos a empoderarnos y a decir ‘¡Nosotras tenemos derechos!’ ¡Hasta ese entonces no sabíamos! ¡y nadie se preocupó de enseñar, porque ese era un tema ‘de las putas’! Por eso yo digo: no nos va a cambiar, y  no nos va a poner en un lugar de igualdad que nos reconozcan como trabajoras sexuales. Porque nosotras ya hicimos ese recorrido. ”



El abolicionismo como herramienta de Derechos Humanos
“En el 2003 nos separamos del grupo de la CTA y nos constituimos en AMADH. Trabajamos y desde ahí levantamos la bandera abolicionista. ¿Qué es el abolicionismo de la prostitución? Pedir políticas de inclusión para las mujeres que quieren salir de la prostitución, con formación laboral y educación. Para eso nuestra organización hizo un centro educativo adonde las mujeres, travestis trans pueden ir que está en el barrio de Once, y tenemos también un centro de formación laboral. Por más que nosotras queramos diseñar políticas públicas, este sistema es inmenso. Y el mismo sistema va generando nuevas putas, renovando el plantel, entonces todos los días ingresan más putas al sistema. Cuando hay una desocupación tremenda, cada día estamos más expuestas a quedar sin trabajo.”
“La explotación sexual y la trata de personas están contempladas dentro de una una ley, que logramos nosotras dentro del abolicionismo. Las pocas derogaciones de los artículos de códigos de faltas también las logró el abolicionismo. La última, la derogación del artículo 68 del código de Buenos Aires, fue una de las contravenciones más represivas que quedaban. Nos costó mucho porque ya en el 2003 lo empezó Diana Sacayán a denunciar, y nosotras la terminamos el año pasado. Todo basado en los derechos humanos, y dentro del abolicionismo.”

“La ley de trata no se toca, porque la ley de trata no es punitiva, no es persecutoria (hacia las personas en prostitución), eso es el discurso que está saliendo hacia afuera con complicidad de algunos medios de comunicación. Hace poco salió la última nota, diciendo que las abolicionistas éramos buches, que las abolicionistas éramos vigilantas. Eso es quizá la derrota, que me siento herida y me siento perseguida. ¿De qué lado están cuando me dicen a mí ‘yuta’ o me dicen ‘vigilanta’? ¿Por qué, porque vigilanteamos en los prostíbulos la explotación? ¡Voy a seguir siendo yuta, si es por eso!” exclama, y la sala entera la aplaude.

Fuente:
Graciela Collantes: “Que nos reconozcan como trabajadoras sexuales no nos va a poner en un lugar de igualdad “





Navidades prostituida, pero sin ninguna noche buena


Testimonio de Prostitución
Ambar IL

6 Diciembre 2018
Navidades prostituida, pero sin ninguna noche buena
martes, 25 diciembre 2018
Llegaba la Navidad como prostituida y en un falso intento de celebrarla, te forzabas, te obligaban a poner buena cara cuando te comunicaban que esas fiestas las tenías que pasar en el piso, junto a las compañeras, l@s proxenetas, la encargada, pero sobre todo con los puteros.

Falsas excusas, razones ocultas
“Que si en esos días siempre hay mucho trabajo”; “en esas fiestas se cobra más”; “que en esas fechas, tampoco ibas a tener muchos sitios donde ir”… Mil y una excusas para hacerte ver que tus opciones eran limitadas. Claro está, adornado con la brutal intencionalidad de convencerte de que la mejor manera que tenías de pasar las navidades, era allí, prostituida y haciendo caja para ellos.

El que no teníamos a donde ir era cierto en mi caso y en el de la mayoría de compañeras. No teníamos mucho donde elegir. Al haber escapado de casa, recién cumplido los 18 años, volver por Navidad no era una opción viable. Más cuando, sabiendo como sabían que me estaban prostituyendo, a nadie parecía importarle ni un ápice. Todo lo contrario, hubo quien supo aprovechar el hecho como arma arrojadiza contra mi.



Cena sin noche buena
Pies encadenados
En la Nochebuena o Nochevieja, mis compañeras y yo, debíamos cenar en la cocina del piso. No se nos permitía ensuciar ninguna otra parte de la casa. En un falso ambiente navideño, solo adornado para la complacencia del putero, a nosotras poco nos importaba si había bolas brillantes, belén, cintas o arbolito. La cena debía ser rápida y sin demoras. En cualquier momento podía sonar el timbre y el poco espíritu navideño que se pudiera crear, sería roto por puteros bajo los efectos del alcohol o la cocaína.

No me podía permitir soñar, pensar en que me hubiera gustado unas navidades diferentes. Unas navidades en familia. Pero en una familia en la que no hubiese sido abusada. Libre de pederastia. Pero mi realidad era que al sonar ese timbre, tendría que entrar en una habitación para seguir siendo abusada. Esta vez no por alguien de mi familia, sino por un hombre que ofrecía dinero a otra persona para poder perpetuar ese abuso conmigo. Un hombre que deseaba que participaras de la alegría y embriaguez de la que el mismo y sus amigos hacían gala. Mientras, mis compañeras y yo, interpretábamos de manera autómata, nuestros papeles tan bien aprendidos.

“No me podía permitir soñar, pensar en que me hubiera gustado unas navidades diferentes. Unas navidades en familia. Pero en una familia en la que no hubiese sido abusada. Libre de pederastia.”

Cuando estaba prostituida, Nochebuena, Navidad y Nochevieja, eran fechas carentes de todo sentido y calor humano. Aquellas noches no eran entrañables, ni familiares y mucho menos buenas. Solo era una noche más en aquella prisión de chicas, de mujeres cargadas de vulnerabilidades. Eran fiestas, donde el único calor humano que sentía, era el desprendido por el cuerpo del hombre que tenía encima y que me compraba como su regalo de navidad.


Fuente­:
https://ambarinfancialibre.com/navidades-prostituida-pero-sin-ninguna-noche-buena/?fbclid=IwAR1M4--cit1vRVPkZI_5FEL4cYXT8cPpX6NLo46h0mq-xpzvaX29Ozs3uXo








Testimonio de Alina

Testimonio de prostitución


Publicado en Facebook el 15-12-18

Alina Morales
18 h
Mi posición contra la reglamentación de la prostitución y x la abolición definitiva de la misma es política xq nací en el seno de una familia trabajadora empobrecida y padecimos muchas privaciones, situación q se agravó desde el asesinato de mi padre en la dictadura militar ..Mi madre tuvo q salir a buscar la moneda siempre recuerdo la ropa usada de mis primos y mis zapatillas pasadas a mis hermanos, las menos rotas y las q no tenían vueltas les cortábamos la punta para q salgan los dedos ..También me recuerdo los almuerzos a mate cocido con canela y pan cacho fiado de Anita, la vecina. La pobreza no todos la superamos igual..cada cual porta sus propias angustias y demonios internos ..tuve una hermana q fue prostituida x la élite política de Salta cuando apenas comenzaba a conocer su cuerpo, tendría 18, 19 años cuando el menemato se metió en su cabeza y llevo a ser una de las jóvenes más requeridas x la casta política ...Wayar, Musalem, padre e hijo, Oyarbide y otros funcionarios de menor rango pero importantes en la provincia ..no había manera de hacerla salir, estaba convencida q su bienestar pasaba x estar ahí, situación q llevo al quiebre emocional y familiar de todo el núcleo familiar..mas adelante consiguió q le dieran un puestito en el poder judicial pero la consecuencia directa fue su desequilibrio mental, la violencia q marco su carácter y x la cual un hijo a los 13 años se escapó y pidió q el padre lo criara, una hija abusada y y golpeada x ella y su última pareja, el hijo de un ex militar implicado en todo tipo de delincuencia, estafas, patoteros de la hinchada de river, narcotráfico y trata de mujeres . Pasaron los años y esa vida q quieren vender como trabajo digno sólo le dejo una enfermedad psiquiátrica irreversible, pobreza ,causas penales y una familia arruinada

Por eso sostengo enfáticamente xq lo viví y lo padeci de cerca..Abolición ya de la prostitución !