lunes, 5 de agosto de 2013

Garganta Profunda



Garganta Profunda

Un buen mago es aquel que nos hace olvidar del truco y creer que lo visto es verdadero. Es la magia del arte, la capacidad de llevarnos a un mundo lindante con los sueños, donde la realidad y la fantasía se mezclan de tal manera que por unos momentos es difícil separarlas.
Las películas nos llevan a ciudades, países, épocas diferentes y aún desconocidas y permiten ponernos en la piel de distintos hombres y mujeres, hasta en animales, en las películas animadas. Lloramos, reímos, simpatizamos con quienes aparecen en la pantalla. Vemos reflejada nuestra situación, muchas veces aprendemos cómo resolver algún problema similar al del protagonista, dejamos caer en ese cuadrado luminoso nuestros miedos y deseos.
Se encienden las luces, se apaga el proyector y volvemos a nuestra realidad, sabemos que lo que hemos visto es un cuento, una historia con imágenes gigantescas.

Las películas pornográficas tienen mucho de común con lo expresado. También son filmadas de acuerdo a ciertas reglas y son ficciones. La gran dificultad estriba en esto precisamente. En las películas convencionales vemos matar a una persona, o caer desde un décimo piso, y al mismo tiempo que nos posesionamos de la situación sabemos que es falsa, que es una actuación, un truco. En la pornografía encontramos todos los elementos de cualquier filmación: luces, cámara, ambientación, decorado, actuaciones, a veces un libreto, hay cortes, ediciones del material. La diferencia es que lo que se ve es real, las penetraciones son verdaderas. Esto de algún modo rompe la magia, la realidad irrumpe en la ficción y la descompone.
¿es ficción? ¿es realidad? ¿hay actuaciones?

Nuestra fantasía completa el cuadro, imaginamos vidas plenas de satisfacción sexual de los “actores y actrices”, totalmente libres y desinhibidos, deseados, con fama y fortuna. Fácilmente se olvida que todo es ficción, todo es una escena preparada para atraer nuestro deseo. Nos parece haber estado espiando por la ventana la sexualidad de nuestros vecinos, no queremos aceptar que estuvimos viendo actos de prostitución, porque lo presenciado es sexo a cambio de dinero, sin deseo ni pasión, solamente por dinero.

Nos cuesta entender que las películas pornográficas forman parte del sórdido mundo de las personas sometidas, de la sexualidad convertida en simple rutina, en una máquina  para obtener dinero.
En esto vale lo que para el resto del mundo prostituyente: las personas convertidas en objetos, cosas para ser usadas, los abusos, las drogas y el alcohol.

La historia de la película “Garganta profunda” y sobre todo la vida de su protagonista femenina, Linda Lovelace, nos hablan de todo esto, de lo que no aparece en las pantallas ni en las revistas o programas especializados, lo que se esconde bajo la alfombra.




Título: Deep Throat  (Garganta profunda )

Ficha técnica

Dirección            Gerard Damiano
Producción         Louis Peraino
Guion                 Gerard Damiano
Música               Gerard Damiano
Fotografía           Harry Flecks
Protagonistas     Linda Lovelace (1949 – 2002)
 Harry Reems     (1947-2013)
 Dolly Sharp
Carol Connors

Datos y cifras
País(es)               Estados Unidos
Año                       1972
Género                Pornográfica
Idioma(s)            Inglés
Presupuesto     $ 22.500 (Película)
$ 25.000 (Música)
Total:                    $ 47.000
Recaudación      $ 50 millones de dólares


El 12 de junio de 1072 es estrenada una película estadounidense pornográfica llamada Garganta profunda (Deep throat) la que fue escrita y dirigida por Jerry Gerard, cuyo verdadero nombre era Gerard Damiano
Estaba protagonizada por Linda Lovelace y Harry Reems.

Fue exhibida en todo tipo de salas cinematográficas, no solamente en los cines condicionados, y su éxito fue rotundo, las colas para asistir a su exhibición llegaron a ser de varias cuadras, pudiendo por ello se considerada como la película pornográfica más exitosa e influyente de todos los tiempos. Incluso llegó a ocupar la portada de la revista Times.
Su producción demandó bajo presupuesto, 47.000 dólares, llegando a recaudar unos 50 millones, convirtiéndola  en una de las películas que  más ganancia produjo.
 Este filme durante el gobierno de Richard Nixon en los Estados Unidos despertó las iras de los sectores conservadores.
Tras los múltiples intentos fallidos para prohibir la cinta y de procesar al director y a los productores finalmente lograron condenar al actor principal Harry Reems a cinco años de cárcel.
Algunos periódicos, personajes famosos y estrellas del cine, como Jack Nicholson, Gregory Peck y Warren Beatty, veían en la sentencia un ataque contra la libertad de expresión y  participaron en una  campaña a favor de Harry Reems en la que también colaboró Linda Lovelace. La sentencia fue confirmada por  Jimmy Carter.
Toda esta campaña en contra y juicio le dieron mayor popularidad a la película, siendo uno de los motivos que provocó la curiosidad del público que no quiso dejar de verla, llenando las salas donde era exhibida y convirtiendo a Lovelace en un personaje público muy popular.



El argumento de la película se corresponde con el nombre y si no fuera por las escenas podría ser considerado una comedia de absurdo. Se trata de una mujer que no logra obtener un orgasmo. Con la finalidad de lograrlo comienza un periplo por orgías varias sin resultado positivo. Una amiga le recomienda un médico, y este descubre su rareza anatómica, la mujer tiene el clítoris en su garganta, a la altura de la faringe.
A partir de ese momento la película hace gala de su nombre y el personaje obtiene por fin los orgasmos deseados que son representado por fuegos artificiales, campanadas y despegues de transbordadores espaciales.

En varios estados fue prohibida, lo mismo que sucedió en países como Inglaterra, donde “Garganta Profunda” no pudo ser exhibida hasta 10 años después de su estreno. En el resto de los países circularon copias de mano en mano para ser vista de manera hogareña.

Esta película es famosa por haber proporcionado las claves en la iniciación sexual de muchos padres y abuelos, y convirtió a Lovelace en la estrella del cine porno por antonomasia.


Linda Lovelace

El nombre real de la protagonista Linda Lovelace  fue Linda Susan Boreman, nacida en Nueva York, en el Bronx el 10 de enero de 1949,  y a causa de un accidente automovilístico, luego de  19 días en coma, muere en Los Ángeles el 22 de abril de  2002, cuando tenía 53 años. 






Alrededor de ella y de su vida se tejieron muchas  leyendas y hasta fue considerada  estandarte de la liberación sexual en Estados Unidos en los años 70.






Pese a la enorme ganancia obtenida por la película, los actores  recibieron un magro pago y nunca pudieron superar el estigma. Aún con todo el éxito de público y recaudación y la trascendencia del filme y el abanderamiento con la liberación sexual, el estigma los acompañó durante toda su vida.
Lovelace dijo que no cobró por participar en Garganta profunda, solamente su esposo recibió 1.250 dólares por realizar tareas de producción.



Linda Lovelace tenía 21 años y una película pornográfica en su trayectoria cuando protagonizó Garganta Profunda, persiguiendo su sueño de convertirse en una estrella de cine convencional.

Gran parte de su vida aparece marcada por la violencia y el dolor.

Dice en su autobiografía que tuvo un hijo cuando tenía 20 años y su madre la convenció para que diera al niño en acogida hasta que estuviera preparada para cuidar de él. Más tarde descubrió que su madre había dado al niño en adopción y nunca más volvería a verlo.
Luego, conoció a Charles “Chuck” Traynor  (1937-2002), quien era un  hombre manipulador y violento que se transformó en su marido, manager  y proxeneta; fue quien la  sometió a la prostitución en Nueva York. Este muchas veces la obligaba apuntándole con un arma a filmar algunas escenas.




Sometida a la prostitución, al mismo tiempo inicia su carrera en la pornografía como actriz en filmes cortos, clandestinos, de bajo presupuesto y calidad en formato ocho milímetros.
Aunque ella lo negara hasta la aparición del original de la película, participó en una de zoofilia
con un perro llamado Dog Fucker (1971).



Continuó actuando en películas pornográficas intrascendentes (Deep Throat II, 1974, Sexual Ecstasy of the Macumba 1975),  y protagonizó una en el cine no pornográfico titulada “Linda Lovelace for president”, 1975, que resultó un fracaso.

Esta vida le trajo graves problemas de salud, por ejemplo tumores debidos a las inyecciones de siliconas, e importantes trastornos emocionales y psicológicos.

Linda Lovelace se divorció en 1973 y denunció a su marido Charles Traynor  por haberla forzado a ejercer la prostitución y la pornografía y de ser culpable del cáncer de mama que padecía pues él la había convencido de aumentar sus pechos mediante inyecciones de siliconas, en épocas en que todavía los implantes no eran comunes. También aseguraba que contrajo hepatitis durante esa operación debido a una transfusión de sangre, por lo que su salud se desmejoró y debió hacer un transplante de hígado en 1987.

Comenzó a participar en el  feminismo radical y a ser una activista antiporno.
Fue llamada a declarar ante la Comisión del Congreso de los Estados Unidos que investigaba el mundo de la pornografía por orden de Ronald Reagan.
Fue allí donde expresó:

 “When you see the movie Deep Throat, you are watching me being raped. It is a crime that movie is still showing; there was a gun to my head the entire time.”

"Cuando ven la película Garganta profunda, están viéndome siendo violada. Es un crimen que la película se continúe mostrando; había una pistola apuntando a mi cabeza todo el tiempo".



En 1974 se casó con Larry Marchiano, padre de sus dos hijos y de quien se divorció en 1996, porque, según ella, Marciano bebía en exceso, insultaba a sus hijos y era violento con ella.

En 1980 publicó Ordeal (Ordalía *),  un libro autobiográfico  en el que narra los hechos tortuosos por los que debió atravesar en su vida real y donde advierte a los jóvenes acerca de los peligros de la pornografía. Es la única autobiografía que admitió como legítima. En 1986 publica Out Bondage que trata de su vida a partir de 1974.
* ordalía (Del b. lat. Ordalia)  f. Prueba ritual usada en la antigüedad para establecer la certeza, principalmente con fines jurídicos, y una de cuyas formas es el juicio de Dios. Diccionario RAE

Harry Reems

Harry Reems, el protagonista masculino de Garganta Profunda murió en el 2013 a los 65 años.
Nació en Nueva York en 1947, y su nombre real era Herbert Streicher. Formó parte de los infantes de marina y luego se dedicó al espectáculo esperando convertirse en un actor serio, pero terminó siendo famoso por esta  película pornográfica.

En el estreno de un documental sobre la película en 2005 en el Festival de Cine de Sundance, Reems dijo que la película fue la primera producción pornográfica en "dejar de lado cualquier pretensión de que tenía un valor educativo". "No había ningún valor de redención social y las recomendaciones fueron de persona en persona de quienes la vieron y dijeron 'esto es sólo una comedia, es genial, tienen que verlo”.

Recibió 250 dólares por el día de grabación.
Harry Reems

Fue arrestado en 1974 por el FBI bajo los cargos de distribución de material obsceno.
En 1976 a cuatro años del estreno,  fue sentenciado por obscenidad por su papel en la película y  con una pena de cinco años en prisión. Varias celebridades, incluyendo Jack Nicholson y Warren Beatty salieron en su defensa por lo que la sentencia fue revocada.

Luego de Garganta profunda protagonizó decenas de películas pornográficas. Luego diría:

 "Al final odiaba hacer porno, pero era lo único que podía hacer para tener dinero".

Muy probablemente este estilo de vida lo llevó al alcoholismo y a la drogadependencia, logrando con mucho esfuerzo poder superar estas afecciones.
Practicó la doctrina cristiana organizadamente para luego seguir su práctica de manera independiente, sin intermediarios.

 "Si no hubiera puesto a Dios en mi vida, estaría muerto", contó en el documental "Inside Deep Throat" en 2005.








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