Testimonios de
prostitución
Voz de prostitutas
resuena en callejón sin salida
Por Stefania Summermatter
2 de marzo de 2017
La cineasta suiza Elise Shubs se sumergió durante un año en
el universo de la prostitución de Lausana. Entre un cliente y otro, las mujeres
compartieron confidencias con el micrófono. Hablaron sobre una vida cotidiana
llena de soledad, mentira y violencia. El documental “Impasseexternal link” es
su ópera prima.
La lluvia cae inclemente en el barrio de Sévelin. Estamos en
una noche cualquiera de una jornada cualquiera, quizás un poco más fría y
triste que otras precedentes. Una mujer va y viene en la acera. Su falda es
demasiado corta para guardar el calor y su paraguas, demasiado pequeño para
protegerle.
A unos metros de ahí, sentado en el cálido ambiente de su automóvil,
un hombre la observa. ¿Qué vino a buscar? ¿Cuáles son los pensamientos que
atraviesan su mente? No sabremos nada de él ni del resto de los clientes que
pasean errantes cada noche por esta zona roja. La cámara se aleja, discreta
para dar paso a los testimonios.
Elise Shub. Foto Mathieu Gafsou |
“Jamás hubiera imaginado terminar aquí”. “Si tan solo
pudiera transformar un poco las cosas; cambiar de nombre o de vida”. “Después
de algún tiempo una se acostumbra, de otra forma sería imposible sobrevivir”,
expresan algunas de estas mujeres.
Para realizar su narración, Elise Shubs hizo una clara
elección: filmar la prostitución sin mostrarla de lleno. Solo concedió la
palabra a las mujeres que la ejercen. “Normalmente son las autoridades, los
expertos o las oenegés quienes hablan. Yo decidí priorizar otro enfoque.
También decidí excluir a las personas que afirman que se prostituyen por
elección, ya que son una minoría que, por lo tanto, no es representativa de
este fenómeno”, explica la directora de cine.
Añade que ganarse la confianza de las mujeres no fue fácil.
Pero, poco a poco, fue consiguiéndolo y cuatro de ellas aceptaron narrar su
historia, pero sin mostrar sus rostros. “La mayoría ejercen esta actividad en
secreto o son parte de redes que las obligan a prostituirse, así que tienen miedo
de hablar. Además, siempre está latente el riesgo de una expulsión, ya que
algunas de ellas están en Suiza sin permiso”.
Al decidir no filmar de forma directa a estas mujeres, Elise
Shubs hizo del barrio de Sévelin uno de los protagonistas de su documental. Y
la cámara del fotógrafo Matthieu Gafsouexternal link fue capaz de perseguir y
encerrar al espectador en diversos espacios de la misma forma en la que la
prostitución aprisiona a sus protagonistas.
“No quiero amigos”
“No me atrevo a
acercarme a la comunidad africana. No quiero que se sepa lo que hago. Por ello,
no quiero tener amigos”.
Estilistas, periodistas, enfermeras, madres solteras… El
perfil de las mujeres dedicadas a la prostitución es de lo más diverso, pero
siempre tiene un punto en común: una historia ligada a la inmigración. Una de
ellas huyó de África engañada por una falsa promesa y hoy se encuentra en la
calle porque es víctima de amenazas. Otra más dejó Italia; una tercera abandonó
Rumania en plena crisis y al llegar al Suiza, sin empleo, terminó
prostituyéndose para reunir algún dinero. Dinero que conforme el tiempo pasa se
convierte en una jaula para ella.
“Estas mujeres son, frecuentemente, un sostén financiero
importante para sus familias y la presión que tienen sobre los hombros es
enorme”, explica Shubs, quien asegura que trabajan los siete días de la semana
de las 10h00 a la medianoche en apartamentos y de las 21h00 a las 5h00 en la
calle. “Hay días en los que la única luz que ven es la del televisor o la del
supermercado”, dice.
Y por temor, o por vergüenza, suelen mantener su vida en
secreto y evitan todo contacto social. “No me atrevo a acercarme a la comunidad
africana porque, si descubren lo que hago, sería muy difícil para mí manejarlo.
No quiero que se sepa. Por ello, no quiero tener amigos”, dice una de las
entrevistadas.
Desde la recepción de un hotel de Lausana, en donde nos
damos cita para la entrevista unos días antes de la inauguración del festival
de Solothurn, Elise Shubs también desgarra el mito de la solidaridad entre las
sexoservidoras. “De entrada, son desplazadas de forma regular de una ciudad a
la otra. Por otra parte, no hablan la misma lengua. Así que son mujeres
solitarias, extremadamente solitarias”, dice.
Barrio de Sévelin. Lausana. Foto Mathieu Gafsou |
“Nunca se olvida”
Diplomada en ciencias humanas y especialista en asilo, Elise
Shubs trabajó por años al lado de Fernand Melgar en la realización de
documentales como ‘El refugio’ o ‘Vuelo Especial’. “Estaba acostumbrada a
enfrentarse a situaciones extremas, como la realidad de quienes viven en la calle
o son sometidos a deportaciones forzosas. Pero sumergirme en el mundo de la
prostitución fue quizás más difícil porque me obligó a interrogarme sobre la
sexualidad. Algo que para mí es fuente de placer, para otros lo es de
sufrimiento”.
Elise Shubs recuerda que una de las primeras preguntas que
se hizo es cómo debía filmar uno de los rostros más oscuros del ser humano. Lo
hizo con delicadeza, respeto y echando mano de un antídoto eficaz: una buena
dosis de comedia romántica “para conservar la fe en el amor”. Sí, porque Elise
Shubs fue testigo de mucho más de lo que decidió mostrar en su película.
Esta noche, en el barrio de Sévelin, alguna mujer caminará
de un lado al otro mientras su silueta es iluminada por los faros de un coche.
Ya no estará ahí la cámara de Matthieu Gafsou para registrarla. Pero
posiblemente la voz de las protagonistas resonará durante mucho tiempo en la
cabeza de los espectadores de este documental.
“La gente cree que los clientes solo vienen a lo suyo y se
van, pero no es tan simple. Algunos de ellos creen que pueden pedir lo que
quieran por el hecho de haber pagado”, denuncia la cineasta mientras recuerda
la frase implacable de una de sus entrevistadas.
“¿Olvidar? No, nunca
se olvida, pero tal vez sea posible comenzar una nueva vida”.
Elise Shubs
Nacida en 1980,
Elise Shubs creció en un barrio multicultural en Renens, cerca de Lausana. Tras
realizar una maestría en Ciencias Sociales y Humanas, se especializó en Derecho
de Asilo y fundó la asociación ‘Country Information Research Center’ (CIREC).
Ha trabajado para
la casa productora Climage, como productora, coautora y operadora de audio. Y
también ha colaborado estrechamente con el cineasta Fernand Mlegar (autor de
Vuelo Especial).
Actualmente, es
subdirectora de Casa Azul, una asociación que reúne a productores y cineastas
independientes; y también trabaja como consejera en temas de asilo para la FEP
(organismo que lucha por erradicar cualquier práctica que atente contra la
dignidad del ser humano).
'Impasse' es su
ópera prima.
El filme participó
en el concurso ‘Journées cinématographiques de Solothurn’.
Fuente
http://www.swissinfo.ch/spa/el--impasse--de-elise-shubs_resuena-voz-de-las-prostitutas-en-callej%C3%B3n-sin-salida/42993598