El testimonio del
actor mejor valorado de la industria pornográfica no te dejará indiferente
Publicado por Alejandro Villena Moya el 03/11/2017
“Fight the new drug” es una plataforma estadounidense cuya
misión es informar sobre las posibles consecuencias perjudiciales que el
consumo de pornografía puede llegar a tener en las personas que la consumen. Se
llaman a sí mismos “fighters” (luchadores en inglés) y cuentan con miles de
personas voluntarias que día a día conciencian a la sociedad sobre como la pornografía
puede destruir la sexualidad de los más jóvenes.
Después de un largo trabajo, la plataforma ha lanzado un
documental breve en el que se relata la vida de Greg Ory, el actor mejor
valorado de toda la historia de la industria pornográfica. Las palabras de
Greg, una persona totalmente absorbida por la industria pornográfica, hacen
reflexionar:
“En los años 80, fui a
California persiguiendo ser actor. Todo me fue realmente bien, tenía un manager
un agente, me sentía orgulloso de lo que había conseguido sin demasiado
esfuerzo. Pero justo por aquel entonces, empezó un momento de crisis en la
industria del cine y la gente empezó a pasar hambre”.
Greg tenía unas motivaciones diferentes en su vida, un sueño
que perseguir y por el que luchar. Pero ciertas dificultades en el camino
hicieron que la vida de Greg diera un giro de 180º
“En esos complicados
días recibí una llamada inesperada para realizar una película porno, yo tenía
claro que eso arruinaría mi carrera, pero necesitaba comer así que decidí hacer
mi primera película pornográfica”.
Fruto de la desesperación, la mala situación económica y la
falta de motivación, Greg decidió comenzar en el mundo del porno.
“Me convertí en el
actor más premiado de la industria pornográfica, el más valorado, el mejor
pagado de todos los tiempos, todo era demasiado fácil”.
Empezó a recibir un reconocimiento de gran magnitud, era
admirado y querido entre las personas cercanas de la industria.
“Cada vez tenía más y
más dinero, mi madre no sabía nada, le dolió, le impactó, le supuso un
tormento”.
Empezó a disfrutar del dinero sin pensar en las posibles
consecuencias negativas que podía tener su nuevo trabajo a nivel familiar, en
las relaciones personales o en su entorno social.
“Se me olvidó lo que
era el amor, ya no pensaba en el amor, miraba a las mujeres como objetos, no
había emoción que envolviese al acto de hacer el amor… ¿Qué es hacer el amor?
Yo hago sexo por dinero soy un prostituto, dejé de sentir”
La manera de concebir las relaciones sexuales en la
pornografía empezó a dejar huella en su propia visión personal sobre el mundo,
sobre los afectos y sobre la mujer.
“Tenia que ir a
trabajar para hacer porno, para poder pagar las drogas que me hacían dejar de
sufrir el dolor que me producía el porno”.
Pero no todo eran beneficios, dinero o reconocimiento; si no
que empezó a sufrir a nivel emocional e incluso físico…
“Lo que la pornografía
me hizo es cambiar la forma en la que pensaba y sentía sobre la mujer, empecé a
verlas aún más si cabe como objetos sexuales”.
Aquel Greg que fue en busca de un trabajo cinematográfico,
se quedó por el camino, había dado un cambio radical, transformando incluso sus
propios valores y creencias sobre la vida. Sin darse cuenta, se vio inmerso en
un nuevo mundo en el que su antiguo “yo” ya no tenía cabida.
Esta es una de las experiencias que hacen reflexionar sobre
si el mundo de la pornografía es un mero entretenimiento y una forma legítima
de trabajo, o si realmente puede tener serias consecuencias tanto en la persona
que lo consume como en los miembros que pertenecen a la industria y hacen
posible la existencia de estos vídeos.
Afortunadamente, un día Greg, cansado del sufrimiento
derivado de ser el actor más reputado de la industria, volvió a casa. Decidió
nunca más hacer pornografía y desde entonces sigue sin hacerlo.
Ahora Greg
comparte esta increíble experiencia en “Fight the new drug” para que la
sociedad reflexione sobre el consumo de pornografía y su posible impacto en las
personas.
Los “luchadores” no son los únicos preocupados en el mundo
sobre este problema. En España también existen algunas asociaciones encargadas
de informar y ofrecer ayuda a personas con un consumo elevado de pornografía
como “Dale una vuelta” o “Sexólicos anónimos“.
Si te has visto reflejado en el sufrimiento de Greg o crees
que tienes algún problema con el consumo de pornografía no dudes en ponerte en
contacto con nosotros o con cualquier asociación que pueda asesorarte y
ayudarte con tu problema.
Alejandro Villena Moya.
Psicólogo General Sanitario e Investigador en Sexualidad.
Coordinador de la Unidad de Sexología Clínica y Salud
Sexual.
Fuente
http://abcblogs.abc.es/sexo-salud/2017/11/03/el-testimonio-del-actor-mejor-valorado-de-la-industria-pornografica-no-te-dejara-indiferente/
Nota: la foto es de la publicación original
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