viernes, 18 de octubre de 2019

Sobre la prostitución: “La imagen de felicidad que se proyecta no es así, te sientes sucia y vacía”


Sobre la prostitución: “La imagen de felicidad que se proyecta no es así, te sientes sucia y vacía”
DUQUESA DOSLABIOS 21 DE MARZO DE 2019


Dentro de la prostitución: conversaciones con Ojitos Hechiceros

Tras leer la experiencia de Chica X, se puso en contacto conmigo Ojitos Hechiceros, un pseudónimo con el que protege su identidad y que, como exprostituta, sabe cómo funcionan las cosas en la otra cara de la luna, esa más oscura y desconocida por la gran mayoría de nosotros. Tiene 24 años pero llegó a España mucho antes. Una nueva vida en un país diferente en el que empezó como estudiante de secundaria, después un curso de grado medio y, luego, la prostitución.

¿Cómo empezaste en esto? ¿Fuiste tú quien decidió empezar a ejercerla o te viste coaccionada a hacerlo?
Empecé por necesidad y problemas económicos familiares. Me veía en la necesidad de hacerlo. Se pusieron en contacto conmigo por internet a través de una página para ligar y me empezaron a comentar si estaría interesada en trabajar en la prostitución diciéndome que ganaría mucho dinero en poco tiempo. A mí me sonaba que era una cosa que no estaba bien pero no le hice mucho caso al asunto hasta después de 4 0 5 años.

Tenía 24 años cuando empecé en una casa. No fue nada fácil para mí cuando me tocó el primer hombre. Era joven pero su manera de comportarse fue muy desagradable, chula y asquerosa. Me trató de forma muy violenta pasándose de lo que se había acordado.

¿Consideras que es algo que hacer libremente o más bien una vía de escape que te permita sobrevivir?
Pues por la experiencia que yo viví es una manera de sobrevivir, de todo lo que me habían contado nada tuvo que ver con realidad. De lo bonito y fácil que me habían dicho que sería, nada fue verdad. Llegué con poco y con poco me fui.



¿Te gustaría dedicarte a otra cosa? ¿A qué?
Pues de momento a estar detrás de un mostrador como dependienta, como hace poco, que estuve reponiendo y arreglando cosas atendiendo al público.

Cuéntame un poco cómo era tu día a día. ¿Cuántos hombre solían visitarte?
Pues muy triste, la verdad, sin sentido y vacía. Solía tener una máxima de dos o tres al día, aunque había días o semanas que no se hacía nada.

¿Consideras la prostitución una forma de violación ya que, si no fuera por el dinero, no accederías a tener sexo con esas personas?
Considero que es una violación en toda regla porque estás dando tu consentimiento porque te pagan para que abusen de ti y te hagan de todo, desde humillaciones hasta que te roben y más cosas.  Yo no estaría con esos tíos ni para mirarlos de los guarros, enfermos y misóginos qué son.

 ¿Crees que es realista la imagen que se busca dar de mujeres felices que lo ejercen libremente ganando sueldos de miles de euros al mes?
Para nada es así, esa imagen que proyectan de la prostitución de felicidad no es así. Esa vida no es nada bonita, te sientes sucia y vacía y de lo peor. Lo de cobrar miles de euros lo dudo, no te vas a hacer rica en esto, no es así.

¿Cómo es el tipo de cliente que te visita? ¿Qué perfiles dirías que hay?
Chavales de 18 años, tíos de 35 y hasta hombres mayores de 56. Casados y, en su gran mayoría, misóginos. De esos venían montones

¿Alguna vez han reaccionado de manera violenta o realizando algo que te haya hecho sentir especialmente incómoda?
Muchas veces. Recuerdo uno que vino a agredirme de todas las maneras posibles verbalmente y sexualmente. Intentaba hacerlo sin preservativo porque se ve que venía con intención de hacer daño. Recuerdo decirle al putero que tuviera cuidado con el preservativo, que yo veía venir lo que quería hacer: quitar el preservativo y meterla sin nada. Yo pensaba cómo de enfermas tienen las cabezas estos tíos para ir por ahí sin tomar precauciones.

Solo con verle la cara cuando llegó tenía que haberle dejado plantado ni atenderlo porque estaba loco. Me agredió físicamente yendo con el coche en marcha muy rápido y sin cinturón y dándome contra la parte del asiento de detrás del coche en la cabeza y en el pecho para robarme el móvil.

En varias ocasiones varios se quitaron el preservativo sin mi consentimiento, otro me dejó tirada en medio de la calle porque se le fue la olla y yo sin dinero para volver, otro se puso violento pidiéndome que le devolviera el dinero por las guarradas que pedía. Van sin conocimiento y su salud les da igual. Si tienen parejas las compadezco, porque no saben lo que tienen en casa una persona sin escrúpulos cogiendo enfermedades por todos los lados.

Muchos pedían que la chupara sin goma o meterla sin condón por el culo, correrse en la boca, en medio de los labios de la vagina o que les chupara el culo o los pies. Una serie de cosas asquerosas que me daban repugnancia.



¿Te sentías segura realizando ese trabajo?
No, muchas veces me daba miedo con lo que iba a salir el próximo tío que vendría. Muchas supongo que tienen chulos. Yo tenía un chulo que se llevaba la mitad de todo. Si era una miseria también y encima ni te protegen.

¿Crees que en España la justicia está de parte del putero o de las personas que ejercen la prostitución?
Sin duda alguna del putero. La peor fama se la lleva la mujer.

¿Qué preferirías, que la prostitución se regulara o que se aboliera?
Que se aboliera claramente.

¿Dirías que es una profesión que pasa más factura física o emocional?
De las dos, tanto física como emocionalmente. Es jodido estar en esa vida porque ya no te sientes mujer.
Ya no te sientes nada. Yo aún estoy superando ese estilo de vida.

Que cada cual saque sus propias conclusiones, pero la mía está clara. Hay que poner fin a este negocio basado en la explotación, en el engaño, en el sufrimiento, en el maltrato, en el sometimiento de mujeres aprovechándose de una necesidad económica.

Son hombres que no vienen a buscar cariño y amor como piensa la mayoría. Los hay que empiezan a ligar y que hacen como que se interesan por ti, pero te das cuenta de que solo quieren follar gratis. Yo he llegado a sentir afecto por alguno, pero si un hombre paga por compañía es por sexo o porque tiene un problema. Quien viene aquí viene a maltratarte, a humillarte, a vejarte, a tratarte como una mierda, a intentar follar de gratis, a engañarte o a robarte.

Me ha pasado de no poder superarlo incluso estando estudiando o no poder acabar un curso por las heridas que me había dejado. Esto es muy duro, me sentía hundida y tenía que dejar a medias los estudios. Te pierdes mucho y a la hora de querer conocer a alguien, desconfías.


Y a todos aquellos defensores de la práctica, que ni leyendo estos testimonios tan duros sois capaces de empatizar con mis entrevistadas viendo lo necesario que es abolirla, contestadme a una pregunta: si tan a favor estáis de la prostitución, ¿os gustaría que vuestra hija se dedicara a ello?

Duquesa Doslabios.
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