martes, 31 de diciembre de 2019

“Chica esclava”


Esta es una historia de trata de personas, pero no nos confundamos, es fundamentalmente una historia de prostitución, simple y a secas. La trata de personas es la forma penal en la que bajo determinadas condiciones se produce la captación y explotación sexual. Constituye el 95% de las personas en prostitución, el resto, el 5%  son captadas de manera “suave”, sin una violencia explícita, pero siempre abusando de una situación previa de vulnerabilidad, por eso también podrían ser considerados casos de trata de personas que no encajan en el tipo penal.

Una vez más se comprueba que el delito de trata de personas es un medio por el cual son sometidas las mujeres necesarias para el funcionamiento de los burdeles o la prostitución callejera, de ahí que no puedan ser separadas la trata de la prostitución, son dos caras de la misma y única moneda. También demuestra que la mayoría de las mujeres y niñas, no importa cual fuere su condición, no imaginan ni quieren a la prostitución como una posible salida de sus estrecheces. La llamada “voluntaria” es minoritaria, estadísticamente irrelevante y cuando se la explora, encontramos los mismos elementos que en el resto de los casos.

Igualmente lo que sucede dentro de las paredes de un burdel o en la calle o en un hotel no diferencia a unas de otras, todas padecen en su cuerpo el asedio del putero.

El prostituidor-putero-“cliente” que va a un prostíbulo o las acecha en la vía pública, podrá saber esto, saber que no están ahí porque lo desean a él, ni siquiera porque quieren estar ahí, pero no le interesa, al contrario, esa situación agrega más condimento al acto basado fundamentalmente en el sometimiento. Es una pizca de sabor a su acto de violencia.

Debemos resaltar el papel que juega en la vida de muchas de estas personas la organización Amadh (Mujeres Argentinas por los Derechos Humanos) y otras organizaciones en el apoyo y ayuda –con los muy escasos medios que cuentan- a las mujeres y niñas que se esfuerzan por salir de la prostitución.
Alberto B Ilieff






“Chica esclava” fue reeditado este mes

Fue esclava sexual en el barrio rojo de Amsterdam: escapó y contó su infierno en un libro
Sarah Forsyth llegó a Holanda con una propuesta de trabajo y terminó captada por una red de trata.
08/01/2019 -

Hoy tiene 42 años y pudo contarlo en un libro. A los 19 viajó desde Gateshead, al oeste de Inglaterra, a Holanda, por una entrevista de trabajo, y terminó secuestrada y obligada a ejercer la prostitución en el barrio rojo de Amsterdam. En Chica esclava, reeditado este mes, Sarah Forsyth relata una historia que, como dice, "es la de muchas otras que no pudieron escapar".

En el texto cuenta que una noche, a mediados de los 90, fue forzada a tener sexo con 20 hombres. También que la obligaron a ver cómo mataban a otra chica que, como ella, estaba ahí a la fuerza.

Sarah vio el anuncio holandés en un diario británico y decidió presentarse a la entrevista para trabajar como enfermera. Era su sueño. Pero el trabajo nunca existió. Apenás llegó, la insertaron en una red de trata de mujeres.

Su historia dio la vuelta al mundo en 1997 por un informe periodístico en The Cook Report. Pero ahora vuelve a los medios por las memorias que ella misma decidió escribir.

"La chica que vi morir era de Tailandia. La habían secuestrado como a mí, pero no había conseguido la misma cantidad de dinero que yo. Por eso la mataron", contó a Mirror Online.


"Su cabeza simplemente explotó. Me quedé dura y vi cómo la bala literalmente le arrancó la mitad de la cabeza. Después escuché el ruido y su cuerpo cayó junto a mis pies", recuerda. El asesinato estaba siendo grabado. Y el video luego fue vendido. "Mi pimp (explotador) me había dicho que si no conseguía suficientes clientes iba a terminar muerta en una película porno snuff (la categoría de pornografía 'sangrienta')", explica. Eso pasó con la chica tailandesa.

Cuando fue entrevistada a fines de los noventa, Sarah aún era adicta a la cocaína y a los ansiolíticos.

Además del asesinato y los horrores de sus días como esclava sexual, Sarah no olvida que también la obligaban a jugar a la ruleta rusa "para disfrutar el horror en la cara de todas al tener que apretar el gatillo". Cada vez que lo hacía y la bala no salía, ella lo tomaba a mal. "¿Por qué no podía volarme los sesos y que todo esto termine. Por qué no podía ser bendecida con la muerte instantánea?", pensaba durante esos oscuros días.

Por sus recuerdos, al detalle, Sarah luego lograría que se encontrara evidencia contra su captor. La primera prueba fue el clasificado en el diario. Había sido publicado por John Reece. Quien ya tenía antecedentes. Él la buscó en el Schipol Airport, le robó el pasaporte y le puso un arma en la boca.


“Apenas bajé del avión y caminé hacia el punto de encuentro, sentí que algo no estaba bien", contó Sarah. "Cuando tenía el arma sobre mí, me amenazó con que iba a dispararme 'ante el primer movimiento equivocado'".

A las pocas semanas estaba trabajando en un cabaret del barrio rojo de Amsterdam. La alimentaban a base de "M&M y cocaína". Como narra: "ya no era Sarah Forsyth. Esa Sarah había muerto y ahora quedaba la vergüenza de la nueva Sarah, la prostituta”.

Escapó en 1997. Cuando se le acercaron dos suboficiales de la policía holandesa. Lo primero que hizo fue reunirse con su madre en Gateshead. Pero sentía vergüenza. "pese a eso, solo quería a mi madre y quedarme así para siempre. Las dos lloramos y lloramos."

Tras el juicio, Reece y cuatro miembros de esa banda de explotadores sexuales de mujeres fueron declarados culpables.

Sarah contó en su libro —publicado por primera vez en 2009— que también había sido abusada cuando era una niña. “Fui devastada desde chica y esclavizada de adulta. Pero me salvaron la vida. Sólo me queda rezar por las de las chicas que no lo lograron y hacerles saber que pienso en ellas y que sigo sobreviviendo", cerró.

El periodista Roger Cook, quien dio a conocer su caso por primera vez, mencionó a Sarah como "la prueba en carne viva de que la explotación sexual está entre nosotros".


Fuente:
https://www.clarin.com/sociedad/secuestraron-esclava-sexual-amsterdam-escapo-conto-infierno-libro_0_63JFPd5Es.html?fbclid=IwAR1t8vbE7WYkarJjukKZufL9C_4RL6SgbiARlql-RYzNQJvmtnib1SaciQI






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