Soledad Yorg
7 de febrero a las 15:32
·
El rubro 59 y yo.
Breve relato del Estado proxeneta.
El agua potable llegó a mi casa cuando me casé, a los 22
años. Hasta entonces nos manejabamos con agua salada y aljibe para consumir. Un
aljibe inmenso , que hasta ahora habita nuestro patio. Saben lo que si llegaba
diariamente? El diario con el infaltable rubro 59. Recuerdo aún el asombro
cuando leí. Ofrecían 8 mil pesos por servir copas en el sur. No había más
explicaciones, sólo un Núm.de teléfono y la condición de ser mujer.
Toda mi niñez y adolescencia sin agua potable, sin que el
Estado garantice lo básico....eso sí, la posibilidad de hacerte rica por servir
copas en el culo del mundo. Créanme de Clorinda a Gallegos es ir al culo del
mundo.
Pasaron muchos años, más de 30 para que yo descubra,
entienda, sepa de qué basura miserable se trataba esa " posibilidad
laboral" detrás del atrapante anunció. Muchas como yo, con el pasaje
asegurado viajaban a la cárcel humana más grande q podamos imaginar. Toda una
provincia pensada, diseñada para explotar sexualmente día y noche a mujeres.
Hermanas que no tenian idea de cuando salía el sol. Rotas. Reglamentadas para
garantizar a los puteros que estaban "sanas" . Libretas sanitarias.
Muchas no volvieron. Eso sí, ninguna volvió rica
Cuando el Estado no te garantiza lo básico, no te va
expulsando a ser víctima de trata ? No es acaso eso lo más parecido a un Estado
proxeneta. Como leí hace un tiempo, antes del derecho a prostituirnos, tenemos
el derecho a No hacerlo.
#SinClientesNoHayTrata
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