Cabe dudar de que existiera alguna vez la llamada prostitución sagrada
La historiadora Stephanie Budin publicó
un libro en el que trató de mito lo que todo el mundo daba por un hecho
histórico
04/10/2020 00:05 | Actualizado a 04/10/2020 08:50
Es probable que la Historia con
mayúsculas contiene más bulos que los que se cuelgan una tarde
cualquiera en Facebook, Twitter o Instagram. Es decir, mogollón. Mas un vez
identificados como tal, lo difícil en ambos casos es desmentirlos, como
queda patente cada vez que un historiador se atreve a poner en entredicho, con
todas las pruebas que se quiera, la veracidad universalmente aceptada de, por
ejemplo, un episodio concreto o hasta la naturaleza de una creencia o rito que
durante siglos se atribuía, sin cuestionarlo, a alguna de las civilizaciones de
la Antigüedad.
Sabemos al menos desde Tucídedes que no es
tarea fácil para el historiador dotar su trabajo con la necesaria dosis de
imparcialidad requerida para evitar que se ponga en duda su credibilidad. Ha
habido a los largo de los siglos y hasta el día de hoy historiadores que tenían
-o tienen- más de fabuladores que otra cosa, máxime si estaban -o están- a
sueldo de un príncipe, un tirano o una ideología. Tal es el caso de la
existencia (o no) de la prostitución sagrada.
El planteamiento de Budin no era del
agrado de ciertos círculos feministas partidarios del empoderamiento de las
mujeres
En 2009, la historiadora Stephanie Budin
publicó The Myth of Sacred Prostitución in Antiquity (Cambridge
University Press), que de inmediato levantó ampollas entre sus colegas del
ramo. ¿Cómo se atrevía a tratar de mito lo que todo el mundo daba por un hecho
histórico como la copa de un pino? Para mayor escarnio, su planteamiento no era
del agrado de ciertos círculos feministas partidarios del empoderamiento de las
mujeres.
Se ha venido creyendo que la prostitución
sagrada -también conocida como del templo o religiosa- era un rito de
fertilidad o, en todo caso, de carácter simbólico, practicado en Babilonia y
otras civilizaciones, que obligaba a cada mujer a ‘yacer con algún desconocido
al menos una vez en la vida’. Pero no se hacia gratis, sino a cambio de una
moneda de plata. Los encuentros se producían en el templo de Ishtar (Afrodita).
Luego de la cópula, una vez depositaba la moneda en el cepillo, la mujer ya
podía irse a casa, satisfecha por haber cumplido con su servicio espiritual a
la diosa.
Eso sí, la mujer no podía rechazar al
hombre que le ofrecía la moneda de plata, en cambio los hombres podían elegir
libremente con quién querían acostarse. Por esta razón, una mujer fea o
malhecha podía pasar años encerrada en el templo antes de poder cumplir con su
deber y así recobrar su libertad.
La prostitución sagrada obligaba a cada
mujer a ‘yacer con algún desconocido al menos una vez en la vida’
Pues bien, según la tesis de Budin todo
esto no son más que majaderías. ¿En que se basaba para desmentir de forma tan
tajante lo que se tenía por un hecho histórico? Pues algo tan sencillo como
consultar y reinterpretar las escasas fuentes originales. Y concluyó que la
prostitución sagrada no pasa de ‘constructo literario’. Afirma que al describir
Heródoto este rito babilónico, lo que pretendía era emplear una metáfora de la
conquista de Babilonia por los persas: la violación de las mujeres de los
vencidos por los vencedores. En todo caso, Heródoto presentaba el supuesto rito
babilónico como una inversión de las costumbres helenas.
De modo que, a partir de su origen meramente retórico, la existencia de una
u otra forma de prostitución sagrada fue tomada por historiadores (en su
inmensa mayoría varones) al pie de la letra, cuando lo cierto es que no era más
que un recurso empleado para denigrar culturas foráneas, como con frecuencia se
ha hecho a lo largo de la historia con acusaciones infundadas de la práctica de
canibalismo o sacrificios humanos. Budin nos advierte de lo fácil que resulta
que ‘se haga viral’ un mito erudito: ¿quién no quiere creer que había puticlubs
en Babilonia?
https://www.lavanguardia.com/cultura/20201004/483792820168/prostitucion-sagrada-baul-de-bulos.html
Nota: la imagen está copiada de la nota original
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