Testimonio
Entrevistamos a Sarah
Berlori: «Es más fácil terminar ejerciendo la prostitución si procedes de una
clase social baja, pero el factor clave es ser mujer»
28/09/2020
Daniel Seixo Daniel
Seijo
Lágrimas, rabia, frustración, pero especialmente valor,
cuando me senté a hablar con Sarah Berlori, ese fue el cóctel de emociones que
puso voz y blanco sobre negro a la vivencia material de una víctima de la
prostitución y una superviviente. En ocasiones se acusa a las posiciones
abolicionistas de no dar voz a las mujeres que ejercen o han ejercido la
prostitución, pero normalmente esto se hace desde un discurso de supuesto
empoderamiento y libertad sexual que no es otra cosa que mercantilismo
camuflado con falsas promesas. Hoy en Nueva Revolución os traemos el testimonio
de una persona que ha estado entre las cuatro paredes que encierran a la mujer
víctima de la prostitución y al putero, os traemos la realidad de una auténtica
superviviente y una luchadora feminista. Una persona que a través del feminismo
ha logrado comprender su fuerza y el duro camino que todavía queda por
recorrer.
Sarah Berlori es una activista feminista, de origen vasco
que actualmente reside en Bilbao. Ha estudiando en profundidad -y siempre desde
una óptica feminista- el origen y el alcance de la prostitución como
institución patriarcal y sistema que cosifica, denigra, maltrata, tortura,
aniquila e impide alcanzar la igualdad entre mujeres y hombres y la sociedad
del buen trato.
Su experiencia personal como superviviente del sistema
prostitucional ofrece a los conocimientos teóricos adquiridos un ángulo mucho
más humano, profundo y empático a la hora de comunicar la denuncia y el mensaje
de paz y justicia social que Sarah expone con auténtica pasión, determinación,
coraje y esperanza, como abolicionista y defensora de los derechos humanos de
las mujeres y las niñas.
Es militante del Movimiento Abolicionista del País Vasco
(EHMA – Euskal Herriko Mugimendu Abolizionista) y fundadora de Emargi, una
asociación dedicada a luchar de manera integral por un futuro libre de
explotación sexual y reproductiva de mujeres y niñas desde su dimensión local,
nacional e internacional.
Sarah afirma que “la libre elección está siempre del lado de
quien somete, nunca de la persona que es sometida. Cuando hablamos de vulnerar
los derechos humanos de mujeres y niñas, la cantidad de dinero empleado se
vuelve irrelevante porque ningún dinero puede hacer salir ilesa a una mujer de
las prácticas dolorosas, repulsivas y violentas a las que puteros y proxenetas
someten. Solo aboliendo la prostitución hablaremos de una auténtica
democracia.”
Por Daniel Seixo
¿En qué momento se
introdujo en el mundo de la prostitución?
A la hora de introducirte en el mundo de la prostitución
entran en juego muchos factores, sin duda el principal de todos ellos es ser
mujer y la forma en la que somos socializadas desde que nacemos. El sistema nos
coloca en una clara situación de subordinación al hombre y al mismo tiempo en
una clara situación de subordinación sexual. Por ejemplo, mi primera relación
sexual no fue deseada, fue una relación coaccionada: «si quieres que te quiera,
tienes que follar». Ese fue mi bautismo en las relaciones sexuales con tan solo
14 años, en aquel momento no sentía realmente deseo sexual hacia esa persona,
tan solo quería salir con él, pasear juntos de la mano y poco más que eso.
También he sufrido relaciones abusivas y de maltrato físico y emocional con
todas mis parejas, digamos que nunca me han tratado como a una igual en este
aspecto. Provengo de una familia desestructurada, he sido víctima constante de
abandono institucional, también fui madre soltera muy joven y la relación con
mi madre fue complicada en ciertos momentos… Pues en medio de todo esto me
hablaron de las bondades de la prostitución, me dijeron que aquello iba a
permitirme conseguir mucho dinero, poder independizarme, me contaron todo eso,
las bondades, pero no me contaron lo que iba a suceder entre aquellas cuatro
paredes. Solo un «al principio es muy asqueroso, pero luego te acostumbras», lo
que no me dijeron es que aunque lo fueses «normalizando», las heridas están
ahí. Para lo que vino después nadie me preparó.
¿Cómo describiría el
transcurso de aquellos años?
Aquello fue un infierno. Yo necesitaba disociarme con drogas
y alcohol, pero esto es algo que está a la orden del día en este mundo, son los
mismos puteros los que se quieren hacer su fiesta privada con drogas, alcohol y
chicas. Claro, es fácil terminar cayendo en las drogas para disociarte de la
mierda de realidad que estás viviendo. Es horroroso, sientes asco, yo estaba en
pisos, lo que llamamos «agencias» dedicadas a la prostitución de lujo, pero son
en realidad prostíbulos. Los puteros que consumen esta prostitución de lujo nos
llaman chicas de compañía, pero lo hacen porque directamente son profundamente
clasistas y racistas, nos hacían creer que pertenecíamos a una élite de chicas
pretendiendo diferenciarnos de la prostituta que está en la calle, pero todo es
lo mismo. Cuando se vulneran derechos humanos el dinero que pagas por ello es
irrelevante. Al final te encuentras compartiendo espacios asfixiantes con
muchas otras mujeres en los que reina la tristeza, la desesperación… Es algo
realmente horroroso, horroroso. Yo no me hice rica con todo aquello, cuando
hacía algo de dinero intentaba buscar algún trabajo normal en alguna discoteca,
pero una mujer sola en Barcelona y con el elevado precio de la vivienda, en
ocasiones la prostitución era mi única salida.
¿En qué momento decidió
salir de ese mundo?
En muchos momentos pensaba en volver a estudiar, me parecía
que sería maravilloso poder volver a estudiar algo que realmente me gustase. Yo
nunca había podido ser una buena estudiante, pero me encantaba todo el mundo
del arte y la verdad es que dibujo muy bien, aunque en realidad nunca nadie
llegó a incentivarme para que siguiese ese camino. Pero claro, los cursos eran
carísimos. Yo no veía la salida a todo aquello. No sé… No fue un click de decir
«venga lo dejo», constantemente piensas que no puedes soportar más aquello.
Al final conseguí un «trabajo» en un macroprostibulo de
Barcelona en el que trabajaba como camarera. Era un trabajo diario, con un
sueldo aceptable y eso me permitió salir de la prostitución, aunque seguía en
cierto modo dentro de todo aquello y desde la barra todas aquellas chicas me
daban mucha pena. Ese prostíbulo es finalmente cerrado por un chivatazo, te
puedes imaginar que todo esto es una mafia criminal y que en estos asuntos hay
de todo, cosas muy turbias. Nos quedamos sin trabajo, no nos querían
indemnizar… Tras un largo proceso judicial, finalmente me quede sin dinero
alguno. Total, no pude hacer frente al pago de mi alquiler, me desahuciaron y
ya con cuarenta años estaba totalmente agotada. En ese punto volví a hablar con
mi madre y me ofreció regresar a Bilbao. Volver a Bilbao era muy duro para mí,
significaba volver a casa de mi madre y a muchos malos recuerdos, pero sabía
que quedarme en Barcelona significaría regresar a la prostitución y a las drogas
para soportar aquello.
Finalmente, tras darle muchas vueltas, decido regresar. Pero
allí me encuentro de nuevo con la mala relación con mi madre, la depresión y
todo aquello que me había hecho iniciarme en el mundo de la prostitución. Yo en
ese punto tocó totalmente fondo, tras dos años con medicación vuelvo a
encontrarme con abandono institucional, falta de empleo… Fue realmente un
auténtico pozo sin salida. Pero logré no regresar a la prostitución, hoy en día
tengo 50 años y trabajó como empleada de hogar. Aunque es significa que una no
tiene paro si se queda sin empleo, son condiciones muy duras. Toda esta
situación me produce rabia, especialmente cuando veo que se piden derechos para
lo que llaman trabajadoras sexuales pero se obvia a todas estas otras profesiones
que carecen todavía de muchos derechos.
Termino destrozada, veo que tras todo aquello sufro
constantes relaciones horribles. Intento buscar ayuda y veo que no recibo la
ayuda que necesito, tras una relación en la que sufro maltrato intento buscar
esa ayuda en asociaciones locales, pero ahí no le dan importancia alguna al
hecho de que provenga del mundo de la prostitución y personalmente sentía que
aquello me había destrozado. Ahora mismo estoy sin trabajo y busco empleo como
empleada de hogar, pero todos los depredadores sexuales buscan víctimas en este
campo debido a la crisis, es como si el sistema te estuviese presionando
continuamente para arrastrarte de nuevo a la prostitución. Es realmente duro
tener que soportar esto, es realmente duro y me encuentro en una situación muy
desesperada.
¿Existen secuelas
físicas o emocionales tras ejercer la prostitución?
Sin duda, sin duda. Existen lesiones a todos los niveles.
Psicológico ya que es una vulneración a tu derecho a tener relaciones sexuales
únicamente deseadas y físicas –ni siquiera yo podría calibrar hasta donde
llegan esas secuelas, cada vez que hablo de ello me destroza por dentro, encima
tienes que soportar ese estigma, el tener que mantener esto en secreto, para mí
dar la cara como superviviente me supone un gran esfuerzo– ¿Físicas? Pues
claro, por ejemplo cuando estás con la menstruación te obligan a meterte una
esponja y eso te produce muchas infecciones. Yo misma he tenido que ir a
urgencias para que me saquen esa esponja en varias ocasiones porque se queda
encajonada y se infecta. También las secuelas psicológicas te arrastran
secuelas físicas: embarazos no deseados al verte obligada a tener relaciones
sin condón con esta gentuza que en ocasiones es incluso violenta, enfermedades de
transmisión sexual… Y los suicidios, esa sin duda es la peor cara de la
prostitución, el suicidio y las mujeres asesinadas por los puteros.
¿Qué opina acerca de
que haya un sector del feminismo que pretenda legalizar la prostitución
alegando que existen mujeres que ejercen esta actividad de forma libre y
voluntaria?
Me sorprende, me sorprende porque de repente salen
porcentajes de mujeres que ejercen libremente la prostitución, ¿de dónde salen
esos porcentajes? ¿A qué llaman libre y voluntaria? Si cuando yo ejercía la
prostitución me hubiesen preguntado, probablemente hubiese dicho que ejercía la
prostitución de forma libre, ¡ese era mi sustento! No es objetivo preguntar a
una persona que está en un círculo de violencia sobre todo esto, sería como
preguntarle a una mujer maltratada si es libre o quiere a su marido, muchas
mujeres dirían que su marido las quiere pese a los golpes recibidos. También es
un poco de autodefensa, cuesta asumir que no haces lo que haces de forma
voluntaria. Es una especie forma de disociarse de todo aquello. Por todo esto
creo que es importante contar con la voz de las personas que han vivido todo
aquello pero han salido de alguna forma de ese círculo. El derecho a la
libertad sexual, al que se renuncia cuando ejerces la prostitución, no implica
solo consentimiento, implica también deseo. El consentimiento se puede comprar,
pero el deseo jamás.
Las mujeres que ejercen la prostitución desconocen en muchos
casos este derecho por las implicaciones de la violencia patriarcal. Cuando logras
tener mayor conciencia feminista, te percatas de estas cosas. Y sea como sea,
no puedes legalizar la prostitución alegando que hay mujeres que en su derecho
individual deciden ejercer la prostitución, eso es la base del liberalismo,
cierto, pero la sociedad tiene que legislar atendiendo a los DDHH, no
únicamente a las necesidades del mercado. En el sistema de la prostitución esos
derechos son vulnerados, no puedes legalizar eso. Sucede que esas mujeres que
ejercen la prostitución son vistas como «las otras», ¿ellas sí y nosotras no?
No puedes hacer eso, no puedes legislar de esa forma.
¿Recuerdas el caso del caníbal que asesinó a otra persona
que quería ser comido por él? ¿Legislamos esto también? ¿Legislamos el
canibalismo voluntario? No, tú no puedes legislar el maltrato aunque
supuestamente sea consentido. Con todo este discurso estamos poniendo el foco
siempre en la prostituta y no en el putero, tú no puedes maltratar a otra
persona aunque supuestamente esta te lo permita. Esto en una sociedad democrática
no puede ni debe plantearse.
¿Puede ser la
prostitución considerada un simple oficio y por tanto abrirse una futura vía en
la legislación que centre sus esfuerzos en garantizar los derechos laborales de
las prostitutas?
Volvemos un poco sobre lo mismo, ¿cómo podríamos considerar
trabajo a la explotación sexual? ¿Cómo regular la explotación sexual? Se están
vulnerando Derechos Humanos, ¿en qué trabajo se vulneran derechos humanos?
Garantizar los derechos de las prostitutas es simplemente garantizar que las
víctimas de la prostitución paguen impuestos, es caminar de cara a un estado
proxeneta. Además de todo esto, ¿qué derechos se supone que van a garantizar a
las mujeres prostituidas? ¿Dónde queda el derecho a la libertad sexual? No me
salen las cuentas.
¿Cómo valoras los
diversos intentos de crear un sindicato de prostitutas en España?
Personalmente creo que tras esta iniciativa se esconde el
lobby proxeneta y muchos otros intereses, pero particularmente los de este
lobby. En definitiva es un intento de conseguir materia prima nacional,
intentan hacer todo esto más atractivo con charlas en las Universidades y dando
una falsa sensación de normalidad. Me parecen terribles este tipo de
iniciativas que solo buscan blanquear este negocio. La gente que mueve este
tipo de sindicatos no son personas prostituidas tal y como se nos quiere hacer
ver: esas personas han pasado a ser proxenetas y jugar otro papel en el
negocio. Las mujeres vulnerables que estamos en prostitución, estamos
destrozadas, no nos encontramos en posición de organizar ese tipo de
iniciáticas. Esa es mi opinión de todo esto.
¿Qué postura debería
adoptar un gobierno de izquierda a la hora de legislar acerca de la
prostitución?
Claramente abolicionista, la izquierda se supone que lucha
para conseguir una sociedad más igualitaria y en este tema debería apostar por
una postura abolicionista. Parece ser que en muchos casos lo son «pero», ese
«pero» siempre está ahí. Lo que debería hacer un gobierno de izquierdas es
reconocer a las personas en situación de prostitución como mujeres que sufren
una violencia sexual extrema, tras eso caerá todo lo demás.
En muchas ocasiones
se acusa al abolicionismo de no reparar en las mujeres que ejercen la
prostitución, ¿qué hay de cierto en esta afirmación?
Lo que existe es mucho desconocimiento. Las medidas en este
sentido y la línea del abolicionismo se encuentran al alcance de todo el mundo,
pero hay personas que o lo desconocen o no quieren conocerlo. Lo que ves en
redes sociales es un espejo de la realidad, las medidas las podemos ver todos y
todas, se habla de ofrecer estudios, una renta mínima, reinserción para que
puedan tener una vida digna, ayuda psicológica, apoyo legal… Es que no lo
entiendo, ojalá hubiese podido acceder a las medidas que ofrece el
abolicionismo cuando las he necesitado. Hay muchas personas que lanzan
acusaciones directamente desde el desconocimiento, pero las medias están ahí.
La otra vía simplemente propone que las mujeres aporten impuestos al estado,
son mujeres destrozadas y explotadas, pero tras pagar impuestos todo parece
arreglarse, nada más importa. Esto es un absurdo.
¿Cómo influye la
clase social en la prostitución?
Influye, pero no solo la clase social. Lo principal es que
somos mujeres, los hombres pobres no caen en la misma medida en la
prostitución. Claro que influye, es mucho más fácil terminar ejerciendo la
prostitución si procedes de una clase social baja, es obvio, pero quiero
remarcar que el ser mujer es el factor principal.
¿Resulta efectivo
sancionar a los clientes o a las prostitutas?
¿Efectivo para qué? Para terminar con el sistema
prostitucional puede resultar efectivo, en algunos casos, sancionar a los
puteros. Pero no a las víctimas de la prostitución. Aunque sancionar a las
víctimas de prostitución es algo que hacen en la Barcelona de Ada Colau, tan
«amiga de las putas», pero que las multa si están en las calle. Multar a las
prostitutas es únicamente efectivo para que las calles queden muy bonitas. solo
para eso.
Multar a los puteros no va a terminar con la prostitución,
pero tampoco multar o sancionar a los violadores va a terminar con las
agresiones sexuales, esta gente está cometiendo un delito y tienen que ser
sancionados por ello. Las prostitutas deberían ser reconocidas como víctimas de
violencia sexual, por tanto existe un victimario y hay que sancionarlo. Desde
el abolicionismo somos incluso benevolentes en este tema: primero haríamos
llegar una multa administrativa a casa de los puteros, para ver que explicación
dan a sus mujeres, ya que la mayoría suele estar casado. Si reinciden, debería
penarse con penas de prisión. Mi opinión personal es que los puteros deberían
de estar todos en la cárcel. Lo de sancionar a las prostitutas por el contrario
es muy del modelo prohibicionista, que no tiene nada que ver con la solución
del abolicionismo.
¿Cuál es el perfil
del putero?
Hombre. Claramente un hombre, no puedo decir mucho más,
cualquier extracto social, cualquier ideología… Lo único que podría decir del
perfil del putero es que son hombres.
¿Considera que
realmente resulta posible abolir la prostitución en España?
Claro, ¿por qué no? Se ha hecho en otros países, las leyes
educan y esto también pasa por una educación afectivo sexual igualitaria desde
que somos pequeños, eso resulta esencial. Necesitamos llegar a un futuro en el
que someter a relaciones sexuales no deseadas a otra persona nos parezca
horroroso, inconcebible, pero para esto tenemos que legislar y educar en este
sentido. En el momento que las mujeres víctimas de prostitución se consideren
también víctimas de violencia sexual, no quedará otra que caminar por ahí. Lo
que no existe es voluntad política para abolir la prostitución. Pero sí resulta
posible, resulta posible y resulta urgente hacerlo.
Esta misma semana
hemos visto como personas cercanas a Movimientos regulacionistas agredían a
feminista abolicionistas en Barcelona durante los actos del 23 de septiembre,
Día Internacional contra la Explotación Sexual y la Trata de Mujeres y Menores,
¿suponen estos comportamientos la tónica general en el debate? ¿Existe miedo a
la hora de defender en la calle posturas abolicionistas?
Estoy consternada con lo sucedido, me parece tremendo que
esto suceda durante los actos del Día Internacional contra la Explotación
Sexual y la Trata. Una especia de «fiesta», pisando carteles, agrediendo a
compañeras, eso dice mucho de ellos. Suele ser la tónica general, suelen ser
bastante agresivos y ofensivos a la hora de «debatir». Personalmente estoy
acostumbrada a ver como esos personajes me insultan o incluso utilizan la
reacción de «me divierte» en publicaciones en las que yo narro mi propia
experiencia personal en el mundo de la prostitución y situaciones realmente
complicadas, duras, situaciones que como puedes ver todavía me cuesta recordar.
Mi hijo ha participado en el acto de Bilbao y personalmente
tengo miedo de todo esto, esto va en aumento y soy sincera tengo miedo de lo
que pueda llegar a suceder. Puede también que el hecho de que el gobierno
anunciase que reintroducirá en el Código Penal la tercería locativa los haya
puesto nerviosos. Tengo que decir que en debates y redes sociales me he
encontrado con personas regulacionistas que no tienen esta actitud y que pese a
hacerlo desde el desconocimiento, «se preocupan» por las prostitutas. Las
personas que actuaron de este modo y agredieron a las mujeres abolicionistas en
Barcelona, lo hacían defendiendo directamente los intereses proxenetas.
Fuente:
https://nuevarevolucion.es/entrevistamos-a-sarah-berlori-es-mas-facil-terminar-ejerciendo-la-prostitucion-si-procedes-de-una-clase-social-baja-pero-el-factor-clave-es-ser-mujer/
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