La Zwi Migdal y su
sede en calle Córdoba
Por José Luis Scarsi
El 20 de mayo de 1930, el juez Rodríguez Ocampo ordena la
detención de un importante número de miembros de la organización llamada Zwi
Migdal. Con el correr de los días, la prensa nacional comienza a informar sobre
el accionar de los integrantes de la sociedad, todos de origen judío, que en su
gran mayoría eran tratantes de blancas o poseían casas de prostitución en
distintas ciudades del país.
Estos detalles novedosos para la gran mayoría del público no
eran nuevos para la colectividad judía, que a través de sus instituciones o la
tarea esclarecedora de muchos particulares, venía denunciando el accionar de
los tenebrosos, tal como los diarios los nombraban en aquellos años o los
tmeiim, palabra más precisa y referencial del idish.
La mácula despreciable con que los impuros ofendían a todos
hijos de Israel era motivo suficiente para apartarlos de las organizaciones y
la vida social de la cada vez mayor colonia inmigrante en la Argentina. Como contrapartida,
la segregación impuesta dentro de la propia comunidad, que no se daría con los
díscolos dentro de ninguna otra corriente inmigratoria, terminaría por
agruparlos en la construcción de una sociedad de socorros mutuos que desde el
primer momento de su creación estuvo compuesta por todos aquellos indeseables.
Si bien podemos rastrear los primeros apellidos de origen
judío implicados en el negocio de la prostitución en Buenos Aires para mediados
de la década de 1870. A la luz de los nuevos descubrimientos, la llegada de los
más importantes nombres del negocio de explotación y trata se produce a
comienzos de 1890. Entre muchos otros, Luis Migdal y Noé Trauman son dos de los
personajes más importantes en aquellos primeros años. Migdal, además de ser conocido
proxeneta registrado en los archivos policiales, era prestamista y mediador en
las disputas entre sus colegas. En 1901 aparece como vocal de la Sociedad de
Socorros Mutuos Aschkenasi. Junto a él figuraban: León Mund, Oscar Lustgarten y
José Abramoff, todos sindicados como tenebrosos. Es esta misma sociedad la que
en 1904 compra en Avellaneda dos pequeñas fracciones de tierra que darían
origen al primer cementerio de rito aschkenazi de Buenos Aires.
Por otro lado Noé Trauman, después de más de diez años de
organizar y controlar el negocio de la prostitución, se presenta en La Plata
para solicitar la personería jurídica de su organización, a la que ubica
administrativamente en Barracas al Sur, hoy Avellaneda, y denomina: “Sociedad
Israelita de Socorros Mutuos Varsovia.” El reconocimiento oficial tiene fecha
de 7 de mayo de 1906. De más está decir que para tales trámites se esforzaba
por ocultar sus verdaderas actividades y se mostraba como el presidente de un
grupo de honrados ciudadanos.
La cercanía, el interés mutuo y las buenas relaciones de las
dos sociedades queda evidenciado cuando el 23 de febrero de 1907 adquieren en
condominio otra fracción de tierra junto a las anteriores y más tarde, en 1909,
la Sociedad Aschkenasi vende a la Varsovia la mitad de los terrenos que le eran
propios compartiendo de este modo la administración en común. Un año después,
el Poder Ejecutivo Provincial le retira la personería jurídica a la Sociedad
Israelita de Socorros Mutuos Aschkenasi por no cumplir con sus obligaciones
estatutarias y en lo que es un claro acto de vaciamiento y traspaso de bienes,
la Sociedad Varsovia pasa a ser, de esta manera, la poseedora de todos los
terrenos que dieran origen al primer cementerio que un grupo de rufianes posea
y administre.1
Córdoba 3280
Así comienza a hacerse fuerte “La Varsovia”, la organización
que durante décadas manejaría el negocio de la prostitución y la trata de
blancas. Habiendo tenido distintas sedes donde organizar sus reuniones, desde
los primeros cafés de los comienzos, hasta locales alquilados, la casa de la
calle Córdoba fue sin dudas el inmueble que por sus dimensiones y por lo
ostentoso apreciaban como una revancha contra la comunidad que los despreciaba.
La cohesión del grupo y el común elemento gremial que los
aglutinaba hizo crecer su poder y sus finanzas al punto tal de que en el año
1924, Wolf Brocman, José Leib Zytnitzky, Wolf Singer, Simón Brutkievich,
Salomón Grosflam y Max Wonvoller, todos miembros de la Varsovia, compran una
importante propiedad en la calle Córdoba 3280. La operación la realiza el
escribano Darmandrail y en la misma, los señores Mérola, Isolabella y Gisbert
venden a los primeros el inmueble mencionado por el que se paga la suma de $
105.000. El desembolso real fue de $ 60.000 al contado ya que los $ 45.000
restantes se reservaban para cubrir una hipoteca que la finca tenía a favor de
Perfecto Iglesias y Pablo Perlender. 2
La casa en cuestión, ubicada sobre un lote con 19 metros de
frente a la calle Córdoba por 34 de fondo, se componía de un gran hall de
entrada, sala, escritorio, comedor, comedor diario, baños, habitaciones de
servicio y dependencias en planta baja. Continuando con 6 dormitorios y 3 baños
en el primer piso más otras 2 habitaciones, baño, terraza y lavadero en un
segundo piso. Además contaba con calefacción central y lujosos detalles para la
época. Con un total de 651 metros cuadrados cubiertos, entre los cuales también
habría que incluir un sótano y junto al amplio parque circundante, su valor
actual rondaría el millón de dólares
Las condiciones en que se realiza la operación y los motivos
que la impulsaron no quedan del todo claros. Se justificaba la compra por parte
de los asociados hasta tanto la Sociedad estuviera en condiciones de afrontar
los gastos necesarios. Sin embargo, dos años más tarde, cuando se realiza el
traspaso del bien a la Sociedad, ésta termina pagando $ 150.000. Por un lado $
105.000 (valor que se daba al inmueble producto de los arreglos y reformas que
se habían realizado) y por otra parte reconocía una deuda por la hipoteca a
favor de Iglesias – Perlender, que aún se mantenía en $ 45.000.3
Noe Trauman |
Rufián |
Motivados por la nueva adquisición, cada uno en su medida y
algunos intentando destacar sobre el resto, los socios realizan distinto tipo
de donaciones, en especial, las relacionadas al salón de fiestas y los objetos
de culto que embellecerían la sinagoga: dos arañas por valor de $ 5.000, sillas
y sillones de salón por casi $ 2.000, brazos de bronces, un palco y baranda,
mesas y espejos, una funda para toráh labrada con oro sobre terciopelo, libros
para los servicios religiosos, 50 banquitos, un altar de roble, una carpeta
negra bordada de fúnebre, una carpeta verde, etc. hasta completar un total de $
12.363 en donaciones.
El día de la inauguración del templo se realizó una
procesión por las calles del barrio transportando los rollos de la Torah,
seguida por un conjunto abigarrado de proxenetas, prostitutas y regentes de los
burdeles.4
Los días de fiesta eran otro motivo de algarabía, como decía
el comisario Julio Alsogaray en su libro: “ Cuando se trata de un casamiento de
gran vuelo, por la calidad de los contrayentes, los rufianes «echaban la casa
por la ventana». La iluminación y los adornos de la sinagoga no admitían
comparación por ser los más costosos y en la misma o mayor proporción era todo
lo relativo al festejo. A estas grandes ceremonias, diremos así, concurrían de
rigurosa etiqueta, acompañados de sus explotadas, que debían sacrificar las
ganancias de una noche para ir a la fiesta, detalle que los rufianes destacan
acentuadamente. Los invitados de rango, entre los que se encontraban algunos
funcionarios superiores de la policía, ocupaban los sitios designados con
anticipación. Las grandes proxenetas (...) lucían valiosísimas joyas, que
descontaban los comentarios de las infelices esclavas, ya que sin excepción
abrigan la esperanza de igualarlas algún día”.5
El fin de la trama
Con sus negocios aún en secreto para la mayoría de los
porteños pero cada vez más evidentes y desafiantes para las organizaciones de
lucha dentro de la comunidad judía, en 1927, en la secretaría de la Sociedad
Israelita de Protección a Niñas y Mujeres, se da forma a una nueva denuncia
contra la Sociedad Varsovia para ser presentada ante la Inspección de
Sociedades Jurídicas de la provincia de Buenos Aires pero como quedaría
demostrado más tarde, la connivencia entre el inspector Martín Pérez Estrada y
los rufianes la hacía totalmente infructuosa. Lo que sí interpretaban éstos
como un problema de difícil contención era la molestia que el ministro
plenipotenciario de Polonia, Dr. Ladislao Mazurkiewicz, sentía con la legalidad
que las autoridades le reconocían a los rufianes permitiéndoles que su sociedad
se adjudicara el título “Varsovia” nombre de la capital de la República de
Polonia, lo que constituía una ofensa para el honor nacional polaco.
Alertados por la presentación que el ministro planeaba
realizar oficialmente en el Ministro de Relaciones Exteriores, los rufianes
optan por cambiar de nombre a la Sociedad y evitar así la exposición de sus
actividades ante la prensa. Desde 1929 en adelante, será conocida como:
Sociedad de Socorros Mutuos, Sinagoga y Cementerio Zwi Migdal.
Hay dos hipótesis sobre la nueva denominación: por un lado
la que indica que Zwi Migdal significa “Gran Fuerza” en idish y por otro la
referencia honoraria a uno de sus primeros miembros.
Raquel Liberman |
Cuando a fines de 1929 Raquel Liberman, que había
participado en el negocio de la prostitución, se entrevistó con el juez
esperando recuperar sus ahorros y dispuesta a atestiguar contra la Sociedad, la
suerte de la Migdal estaba echada.
Allanado el edificio de la calle Córdoba, la justicia
incautó una variada documentación, entre ella, del libro de socios de la Zwi
Migdal, que fue la base de las ordenes de captura que se impartieron contra sus
miembros. El detalle que no se tuvo en cuenta y que hizo ver a la organización
mucho más grande y peligrosa de lo que era, fue que una gran parte de los
socios que figuraban en el libro ya habían fallecido.
La búsqueda inicial de más de 400 prófugos, contando a vivos
y muertos, terminó por llevar a juicio solo a 108 de los buscados. Del resto,
algunos lograron escapar con el auxilio de miembros corrompidos de la policía y
otros pocos no fueron citados. Los demás, ya estaban haciendo uso de la
necrópolis mutual.
¿Qué fue de la
mansión de Córdoba?
Tan pronto como la Zwi Migdal perdió su personería jurídica,
el Consejo Nacional de Educación se interesó por la propiedad de la calle
Córdoba ya que los bienes vacantes, al disolverse una sociedad, si esta no le
designa un destino en sus estatutos, pasan por ley al mencionado Consejo. De
igual manera, el Director de Escuelas de la Provincia de Buenos Aires, entendía
que: por estar radicada en Avellaneda la entidad, la suntuosa casa correspondía
agregarse al patrimonio de la provincia. Pero la verdad es que la residencia
aún tenía una hipoteca contraída en 1928 y dado que los deudores estaban siendo
expulsados del país, se presentó en el juzgado del Juez de Primera Instancia en
lo Civil de la Capital Federal, Dr. Carlos A. Varangot, el acreedor Don
Benjamín Abal.
El magistrado ordenó el remate judicial con una base de $
50.000 m/n y los encargados de efectuarlo fueron Adolfo Calvete e Hijos. El 13
de septiembre de 1931 la propiedad fue subastada resultando ser el mejor postor
Don Emilio Spinelli quien ofertó $ 80.000.6
La venta quedó formalizada el último día del mes de
diciembre de 1931 en el despacho del Dr Varangot. Spinelli dió constancia del
pago total de la suma pautada con un recibo del Banco de la Nación Argentina y
se confeccionó la escritura correspondiente.
La suerte de Spinelli no duraría mucho tiempo y problemas en
sus finanzas lo obligarán a pedir un préstamo en 1932. Contra el mismo, ofrece
la garantía hipotecaria de las fincas de las calles: Amenabar 1085, Córdoba
3271 y Córdoba 3280.
Cinco años después y ante la imposibilidad de afrontar la
deuda es demandado por Eusebio Dávila en la suma de $ 100.000 m/n. La fecha del
nuevo remate se fija para el 22 de octubre y la base para la antigua propiedad
de la Zwi Migdal es de $ 60.000 m/n. La venta en subasta pública recae en los
martilleros A. C. Taquini y Cía. Y el comprador resulta ser un grupo empresario
y de inversiones llamado “Terra – Garba Sociedad Anónima Comercial y
Financiera” La persona que representa a los inversionistas y a la vez quien
firma la nueva escritura es: Don Humberto Felipe Terrabusi, conocido por todos
como el fabricante de las galletitas que llevan su nombre.7
Terra – Garba hace uso de la propiedad por varios años y
para la década del ’40 había edificado allí un depósito, por lo que se supone
que en una fecha imprecisa posterior a la compra demolió parte o la totalidad
de la casa. En 1966 Enrique Pedro Rossi, en representación del grupo, vende la
propiedad a David Pustelnik S.A.C.I.I.A.F quien a su vez, a los pocos días,
vuelve a vender a Incomat S.R.L. realizando una escritura traslativa de dominio
en favor de Julio Belenky.8
Al año posterior comienza la construcción del importante
edificio de viviendas que, hasta el día de hoy, se encuentra en la parcela 10 y
ocupa las actuales numeraciones 3276; 78; 80; 82 y 84 de la calle Córdoba.
Con el juicio y la exposición pública, la Migdal sufrió una
gran derrota que fue la pérdida de la personería jurídica que legitimaba su
existencia. El remate judicial de la sede de la calle Córdoba mostró a sus
miembros la relatividad de un poder que: basado en la corrupción y el engaño,
ellos creían invencible. Desmembrado el grupo como tal, sus integrantes,
individualmente, fueron perdiendo protagonismo y finalmente en 1934 una
ordenanza municipal terminaría por abolir el sistema de prostitución
legalizada.
* Este trabajo es un extracto de “Cómo y por qué se formó la
Zwi Migdal” publicado por la revista Todo
es Historia, Nº 482, septiembre 2007.
Notas
1 Actuación Notarial del escribano José M. Beruti, Escritura
número 539, La Plata, 19/10/1909. Por lo que se desprende de su lectura, la
nueva comisión directiva de la Varsovia para el período 1909 – 1910 estaba bajo
la presidencia de Herman Cohn y Noe Trauman figuraba como “socio de honor” en
condición de vocal. Como indica María Cristina Echazarreta en su trabajo
“Cementerios Israelitas de Avellaneda”: simultáneamente crecía la superficie
del cementerio de la Varsovia, se extendía junto a él otro cementerio de una
tercera sociedad: la “Sociedad Israelita Latina de Socorros Mutuos y
Beneficencia” de los judíos de rito sefardí, que nada tenían que ver con los
negocios o la forma de vida de los rufianes.
2 Actuación Notarial del escribano Alfredo Darmandrail,
escritura número 898, Buenos Aires, 25/11/1924. Según consta en la escritura
del 6 de agosto del mismo año, Mérola, Isolabella y Gisbert habían comprado la
propiedad a la señora Amalia Von Soubiron de Ferhmann, casada en segundas nupcias
con Carlos Boie, en la suma de $ 94.000 m/n. y ahora, pocos meses después, la
vendían a los miembros de la Varsovia con una ganancia de $ 11.000 m/n.
3 Actuación Notarial del escribano Héctor Bergalli,
escritura 770, 18/8/1926 Junto a este documento se encuentran algunas actas de
la Sociedad, todas fechadas en el partido de Avellaneda, como por ejemplo: la
número 74 del 15 de noviembre de 1925 en la que el presidente en ejercicio,
José Leib Zytnitzky, informa sobre el resultado de la elección de autoridades
donde un total de 173 socios habilitados para votar eligen a Zacarías Zytnitzky
como presidente por un total de 122 votos a favor contra 51 en contra.
La asamblea de socios número 76, del 29 de julio de 1926, es
la que autoriza, por unanimidad y aclamación, la compra de la propiedad
referida.
4 Trochon Yvette, Las rutas de Eros, Ed. Taurus, Montevideo,
2006, Pág. 93
5 Alsogaray Julio, Trilogía de la Trata de Blancas, Ed. Tor,
Pág. 125
6 Actuación Notarial del escribano Eduardo Sorrentino Diana,
escritura Nº 678, Buenos Aires 31/12/1931. La demanda iniciada contra la
Varsovia, por aquellos años Migdal, es por la suma de cincuenta mil pesos mas
los intereses y costas provenientes de un crédito constituido a favor de
Benjamín Abal por escritura de fecha 10 de marzo de 1928 pasada ante el
escribano Don Alberto Petrucci
7 Actuación Notarial del escribano Eduardo Sorrentino Diana,
escritura Nº 546, Buenos Aires, 9/11/1937. El inmueble fue adquirido en la suma
de $ 61.000 m/n abonándose $ 4880 como seña en la subasta, $ 20.120 al
escriturar y por el saldo de $ 36.000 se constituyó una hipoteca sobre el mismo
bien a favor del vendedor, la que debía ser saldada con tres cuotas anuales de
$ 12.000 más un interés del 6% anual pagadero semestralmente
8 Actuaciones Notariales de los escribanos: Solari, 31/10/66
y Reinaldo S. Glasman 2/12/66. La venta realizada por Terra-Garba se pautó en $
15.500.000 m/n de los cuales $ 5.500.000 fueron al contado y el saldo de $
10.000.000 m/n en dos cuotas anuales de $ 5.000.000 m/n con el 15% de interés
anual sobre saldo. Incomat, compró pagando el mismo efectivo y haciéndose cargo
de la hipoteca.
Fuente: http://buenosairestenebrosa.blogspot.com.ar/2008/01/la-zwi-migdal-y-su-sede-en-calle-crdoba.html
Agradezco al Dr. José Luis Scarsi que gentilmente me haya brindado la foto del cementerio de la Zwi Migdal en Avellaneda.
La mayoría de las IMAGENES han sido
tomadas desde la web, si algún autor no está de acuerdo en que aparezcan por
favor enviar un correo a
alberto.b.ilieff@gmail.com y serán retiradas inmediatamente. Muchas
gracias por la comprensión.
En este blog las imágenes son afiches,
pinturas, dibujos, no se publican fotografías de las personas en prostitución
para no revictimizarlas. Salvo en este caso por tratarse de documentos
históricos.
Se puede disponer de las notas publicadas
siempre y cuando se cite al autor/a y la fuente.
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