30/12/1954
Cuando Perón usó a
las prostitutas para pelearse con los obispos
Si bien Juan Perón llegó al poder con apoyo de la Iglesia
Católica, luego el vínculo se deterioró. Y más tarde comenzaron los
enfrentamientos. El 30/12/1954 se publicó el decreto N°4.633/55: la
prostitución volvía a ser legal sin perder algunos reglamentos. Perón castigaba
durísimo a los obispos, habilitando y despenalizando los prostíbulos o casas de
tolerancia.
Por Urgente 24
Cuando Perón usó a las prostitutas para pelearse con los
obispos Juan Perón y Eva Duarte de Perón junto a la jerarquía católica, antes de
la gran pelea.
El sistema legislativo reglamentó la prostitución el
05/01/1875: se necesitaría una habilitación municipal, la inscripción obligatoria
de las prostitutas, un control médico periódico de cada una de las
trabajadoras, para así evitar la propagación de las enfermedades venéreas.
La legalización de dicha práctica fue polémica: unos
alegaron que la despenalización de la prostitución era un regalo a los
proxenetas, los traficantes y la industria del sexo, que promovía el tráfico
sexua.
Del otro lado, quienes decían que la legalización permitiría
a las trabajadores sexuales independizarse de los rufianes, mejorar su
situación sanitaria y contar con elementos de cobertura estándar como programas
de salud, seguridad ocupacional, y reglas de comercio justo.
Desde 1888 se reglamentó la inspección médica de las
prostitutas,y se creó el Sifilicomio y Dispensario, para la atención de los enfermos
de sífilis. Todas las prostitutas inscriptas debían ser revisadas una vez por
semana (art. 6°) y si no se presentaban a tal revisión eran consideradas
enfermas (art. 7°).
Las estadísticas demuestran que, a fines del siglo 19, la
sífilis seguía dejando saldos importantes de muertos y enfermos irrecuperables.
Hacia 1920 se estimó que morían en la Argentina 30.000
personas por causa de esta enfermedad, criticándose el carácter unilateral del
control sanitario basado en el argumento de considerar a las prostitutas como
las exclusivas propiciadoras del contagio. Se denunció también la facilidad con
que las mujeres evitaban revisiones y la complicidad de algunos funcionarios
políticos y policiales con las encargadas de los burdeles para incumplir las
disposiciones oficiales de inspección médica obligatoria.
Se puso en evidencia el creciente número de mujeres que
trabajaban fuera de todo control sanitario. Y comenzó a reclamarse la necesidad
de abolir el sistema para detener el incremento de las dolencias venéreas.
Además, existía la Zwi Migdal, una red mundial de trata de
personas que operó entre 1906 y 1930 con sede en Ciudad de Buenos Aires,
integrada por delincuentes de origen judío que se especializaban en la
prostitución forzada de mujeres judías.
Inmigrantes europeas eran subastadas en el café Parisien, de
avenida Alvear 3184, propiedad de Salomón Mittelstein y Achiel Mostowsky,
quienes lo vendieron a Simón Brutkievich, Simón Kumchev y Mauricio Caro.
También se subastaban mujeres en el Hotel Palestina.
En 1929, la inmigrante polaca Raquel Liberman denunció a la
organización Zwi Migdal ante la justicia.
El juez Manuel Rodríguez Ocampo le ordenó al comisario Julio
Alsogaray el allanamiento de la sede central de la Zwi Migdal el 30/05/1930.
Al desbaratarse el aparato de la Zwi Migdal, las prostitutas
tenían más posibilidad de dejar el oficio o de ejercerlo por su cuenta o de
ingresar a otros prostíbulos.
En 1933 existían en Buenos Aires, 233 prostíbulos
autorizados. El número de locales y mujeres no respondía a las exigencias de la
población masculina en edad sexual y ello impulsó la proliferación de
actividades clandestinas.
En cada prostíbulo clandestino actuaban un promedio de 5
mujeres y la propaganda para atraer clientes se realizaba a través de
periódicos ofreciendo servicios de "manicuras",
"masajistas", etc. después de las 21:00.
El 11/10/1933 se sancionó en Ginebra (Suiza) la Convención
Internacional contra "la trata de blancas y de niños", y sus 11
artículos tuvieron repercusión en la Argentina.
En 1933, con el comienzo de la 'Década Infame', se abolieron
los prostíbulos en Rosario.
El investigador Andrés Carretero señala que en 1934 se
estimaban entre 25.000 y 30.000 prostitutas en Buenos Aires aunque sólo estaban
inscriptas 271.
El 26/05/1934 se sancionó la Ordenanza Municipal N°5.953 que
dispuso la clausura de los prostíbulos en la capital federal.
Las prostitutas comenzaron a ofrecer sus servicios en la
plaza de la Torre de los Ingleses: "Era habitual ver a la policía rodeando
la plaza y llevándoselas a la seccional, si había resistencia y violencia, el
camino era por la calle Maipú, que casi nunca tenía luces", afirma una
crónica de la época.
El ejercicio callejero incluía los bares "dancings"
de la zona portuaria y el Bajo (Comisarías 1ra., 15ta y 24ta.).
Los rufianes constituían una plaga.
En una categoría inferior, se ubicó al canfinflero.
El comisario Julio Alsogaray señalaba que el canfinflero era
criollo y el rufián era extranjero, con preferencia de origen judío, sin
excluir al francés.
En 1937, la Ley N°12.331, suprimió la prostitución en todo
el territorio nacional.
Juan Perón llegó al gobierno en 1946, y fue apoyado por la
Iglesia Católica.
Perón recompensó a los obispos católicos apostólicos romanos
con un decreto que estableció la enseñanza religiosa en las escuelas (Juan
Manuel Urtubey tuvo su inspiración en el Perón de los tiempos iniciales...
hasta que la Corte Suprema de Justicia de la Nación frenó tanta locura).
Perón también favoreció a la Iglesia Católica con el
incremento entre 50% y 100% de los salarios del personal eclesiástico que paga
el Estado, la duplicación del número de cargos pagos y múltiples subsidios para
peregrinaciones, viajes al extranjero, reparación, conservación y construcción
de edificios, etc.
Y Perón limitó la acción de los otros cultos, especialmente
los protestantes, a través del flamante Registro Nacional de Cultos.
Sin embargo, luego comenzaron las diferencias progresivas
entre Perón y los sacerdotes católicos apostólicos romanos.
Hubo el rumor de una decepción de la Iglesia Católica porque
en 1949 sus logros no quedaran con jerarquía constitucional.
Luego ocurrió el descontento de los obispos por lo que
consideraron inacción de Perón ante la actividad de espiritistas y evangélicos.
Sin embargo, el origen de los desencuentros parece que fue
la labor de la Fundación Eva Perón, que opacó a las organizaciones de beneficencia
de la Iglesia Católica.
La semiclandestina creación, en junio de 1954, del Partido
Demócrata Cristiano provocó en Perón rencor, y sospechó que, detrás, se
escondía un proyecto avalado por el Vaticano, para debilitarlo.
La Democracia Cristiana había cobrado prestigio en Europa,
venciendo en las elecciones de varios países y deteniendo al comunismo.
Cabe aclarar que los democristianos no solamente no
recibieron ayuda alguna de la Iglesia sino que además la jerarquía, con
excepción de monseñor Miguel de Andrea -a quien se tenía por opositor al
gobierno-, miraba con desconfianza y recelo a este grupo muy minoritario entre
los católicos.
El 17/03/1954 la prensa peronista (casi toda la prensa
nacional) cubrió ampliamente la visita a Perón de los pastores pentecostales de
apellidos Hicks y Arvizu.
Para colmo, Hicks y Arvizu fueron autorizados a realizar una
serie de acto públicos en el estadio de Atlanta, que fueron muy concurridos.
Las versiones sobre curaciones de enfermos, los inválidos que abandonaban sus
muletas, los ciegos que comenzaban a ver, etc. aumentaron tanto la popularidad
de los pastores como la ira de la Iglesia.
La asociación que reunía a los médicos católicos criticó la
ausencia de rigor científico y la Iglesia Católica acusó a los pastores de
provocar confusión en las mentes "simples" para alejarlos del
verdadero cristianismo.
Cuando el pastor Hicks organizó una gira por el interior, el
obispo Emilio Antonio Di Pasquo, de San Luis, recordó a las autoridades su
deber de proteger el catolicismo.
El conflicto siguió escalando.
En su discurso del 17/10/1954 Perón mencionó a los que
consideraba enemigos emboscados del gobierno, integrados por una parte por los
apolíticos y por la otra por los disfrazados de peronistas, expresión que al
parecer aludía al clero.
Algunos sacerdotes se consideraron aludidos, y comenzaron a
criticar al gobierno desde el púlpito.
El 01/11/1954 la Iglesia hizo leer en los templos una carta
pastoral criticando al espiritismo.
El 06/11/1954, el diario La Prensa que había sido confiscado
por el gobierno y entregado a la CGT publicó una nota con el título
"Inquisición no es cristianismo", en el que denunció la
"infiltración clerical" en el gobierno de la provincia de Córdoba.
El 10/11/1954, en una reunión de funcionarios, gobernadores,
legisladores y sindicalistas en la quinta de Olivos, Perón pronunció un
discurso trasmitido por cadena radial y reproducido al día siguiente por la
prensa, acerca de "ciertas acciones que desarrollan organizaciones
católicas" y aludiendo a una reunión que había mantenido con autoridades
eclesiásticas el 22/10/1954 afirmó que ellas se había comprometido a tomar las
sanciones que correspondieran contra aquellos sacerdotes que "han dejado
de cumplir con su deber de argentinos y su deber de sacerdotes".
Además, él mencionó con sus cargos y nombres a curas y
obispos "perturbadores": El 10/11/1954, en un discurso, Perón acusó a
un sector de la Iglesia Católica de conspirar para derribarlo: identificó a 3
obispos y 20 sacerdotes, algunos de los cuales fueron arrestados en los días
siguientes.
Félix Luna da importancia singular a este discurso al que
califica de "trágico error político" para el que no encuentra explicación
razonable.
El 22/11/1954 la Iglesia dio a conocer una carta pastoral y
una carta abierta dirigida a Perón firmadas por todos los obispos; en ella
decían que los sacerdotes no debían participar en actividades políticas pero
que si actuaban en defensa de los principios de la doctrina católica no
realizaban oposición política sino defensa del Altar. Agregaban que solicitaban
ser informados de los cargos concretos que existieran contra sacerdotes.
El 25/11/1954, Perón habló en un acto en el Luna Park. Antes,
tanto el vicepresidente Alberto Tessaire como la presidente del Partido
Peronista Femenino, tuvieron fuertes expresiones contra el clero que se
correspondían con las leyendas de las pancartas del público.
Perón, por el contrario, dio un discurso conciliador, y
consideró que el problema estaba terminado.
Pero el 02/12/1954 eliminó por decreto la Dirección de
Enseñanza Religiosa en el Ministerio de Educación, y se dejó cesante a todos
los profesores de esa materia.
El 08/12/1954, Perón negó el permiso para que el acto de
clausura del Año Mariano se realizara en Plaza de Mayo, circunscribiéndolo a la
Catedral Metropolitana.
Asistió, público en tal cantidad que debió seguir la
ceremonia desde la calle.
Al día siguiente los diarios oficialistas titularon con el
regreso al país del púgil Pascual Pérez.
Pero el periódico de orientación católica El Pueblo publicó
grandes fotografías de la multitud frente a la Catedral y fue clausurado 3 días
después, tras la detención de su director.
El 13/12/1954, la Cámara de Diputados comenzó a tratar en
sesiones extraordinarias una modificación del Código Civil relativa
principalmente al régimen de menores y al de la ausencia con presunción de
fallecimiento y, en forma sorpresiva, agregó una reforma por medio de la cual
se autorizaba el divorcio vincular con el cual los divorciados quedaban
habilitados para volver a casarse.
Y el 30/12/1954 se publicó el decreto N°4.633/55 que
ratificó la Ley N°12.912: la prostitución volvía a ser legal sin perder algunos
reglamentos.
Lo que hizo Perón, hablando con propiedad fue la
habilitación y despenalización de los prostíbulos o casas de tolerancia. El
decreto establecía que los locales destinados a casas de prostitución debían de
tener una previa autorización de la Municipalidad correspondiente para
funcionar.
Al día siguiente, la Cámara de Diputados reglamentó el
derecho de reunión y prohibió las manifestaciones religiosas en los lugares
públicos.
Además, la Municipalidad de Buenos Aires, prohibió a los
comerciantes exponer pesebres u otras figuras religiosas en conmemoración de la
navidad.
El historiador Joseph Page escribió que "la decisión de
provocar un enfrentamiento con la Iglesia Católica fue un error colosal, el
peor de todos en la carrera política de Perón".
Las entrevistas de Perón y el cardenal Santiago Luis Copello
del 22/02/1955 y el 24/02/1955 no solucionaron el enfrentamiento.
El 22/03/1955 se suprimieron los feriados con fundamento
religioso con excepción de Navidad y Viernes Santo, quedando este último como
día no laborable.
En mayo el Senado dejó sin efecto la exención de impuestos a
las instituciones religiosas y en ese mismo mes en menos de una semana el
Congreso aprobó convocar a una convención constituyente que tratara la reforma
de la Constitución para separar la Iglesia del Estado.
En muchas iglesias se pronunciaban vigorosas arengas
políticas desde el púlpito, mientras se producían detenciones de sacerdotes con
diferentes imputaciones. Así
> el cura Egidio Esparza -de la iglesia de Santa Fe y
Uriarte, frente a Plaza Italia- fue imputado de desacato al Presidente de la
Nación;
> Miguel F. Fox, de la localidad de Alberti, lo fue por
delitos contra la seguridad pública; y
> al cura Carmelo Bruno le imputaron distribuir panfletos
subversivos.
En Buenos Aires hubo choques entre una manifestación
católica y conductores de tranvías y en Córdoba también hubo manifestaciones y
reparto de volantes. Al mismo tiempo en un reportaje Perón decía que el
conflicto era entre una parte del clero que quería formar asociaciones de
profesionales católicos vs. las asociaciones ya existentes.
Paralelamente empezaron a aparecer en los diarios,
especialmente en Democracia y Crítica que eran propiedad del Estado, noticias
acerca de fraudes cometidos en instituciones religiosas, así como notas sobre
la Iglesia, algunas de ellas con críticas y otras citando nombres de curas que
no compartían el pensamiento adverso al peronismo.
Ninguna autoridad nacional concurrió al Tedeum oficiado en
la Catedral el 25/05/1955 a pesar de que la asistencia del Presidente de la
Nación y altas autoridades era una tradición que había sido observada por Perón
hasta el año anterior.
El 29/05/1955 se leyó en todas las iglesias de Buenos Aires
una declaración señalando la obligación de todo católico de creer que la
Iglesia es una institución de inspiración divina y de acatar la autoridad del
Papa.
Se acercaba el jueves 09/06/1955, la fiesta de Corpus
Christi, y la Iglesia eresolvió postergar la celebración para el sábado 11, y
así conseguir más asistencias.
El gobierno informó que las autorizaciones para hacer las
procesiones habían sido concedidas para el día 9, no para el 11.
De todos modos, la concurrencia al acto religioso, estimada
en unas 200.000 personas, colmó la Catedral.
El vicario general y obispo auxiliar monseñor Manuel Tato,
se dirigió a la concurrencia desde el púlpito y monseñor Antonio Rocca estuvo
presente en ausencia del cardenal Santiago Luis Copello. Posteriormente los dos
sacerdotes aparecieron en el balcón y fueron aclamados por la multitud que a
continuación formó una manifestación que se encaminó por la Avenida de Mayo
hacia el Congreso Nacional.
Luego apedrearon los diarios oficialistas La Prensa, Época,
Democracia y El Laborista ubicados en su camino. Al llegar al Congreso arriaron
la bandera nacional y la reemplazaron por la enseña de la Ciudad del Vaticano,
apedrearon el edificio y arrancaron al grito de "¡Muera Eva Perón!",
2 placas de bronce colocadas en el frente.
El 14/06/1955 un decreto exoneró a Tato de sus cargos de
Provisor y Vicario General, Obispo Auxiliar y Canónigo dignidad; y a monseñor
Ramón Pablo Novoa, que había estado presente cuando el gobierno prohibió la
manifestación del 11/06/1955, del cargo de Canónigo diácono.
El 15/06/1955 se los puso en un vuelo hacia Roma (Italia),
obligados a dejar el país a pesar de ser argentinos. En el aeropuerto se los
fotografió al lado de varias valijas para dar la impresión de que su viaje era
voluntario pese a que se iban con lo puesto.
Entonces, el Vaticano dispuso la excomunión de los
responsables del hecho -sin indicar sus nombres- pero la noticia no se publicó
en la prensa argentina.
Más tarde, se desencadenaría el bombardeo de la Casa Rosada
por aviadores de la Marina, quienes mataron a cientos de personas.
A la noche de ese mismo día, fue la quema de varias iglesias
católicas y la sede de la curia.
El golpe de Estado del 16/09/1955 fue encabezado por el
general Eduardo Lonardi, un nacionalista católico que había dejado el peronismo
como consecuencia del conflicto entre Perón y la Iglesia.
Fuente
https://www.urgente24.com/272558-cuando-peron-uso-a-las-prostitutas-para-pelearse-con-los-obispos
Nota: las negritas son del original