Los testimonios que, venciendo prejuicios y temores, las sobrevivientes de la prostitución comparten generosamente son documentos invaluables surgidos de la propia piel de quienes los vivieron.
Sepamos considerar y darle el valor que tienen a estas palabras, con nuestro profundo agradecimiento por mostrarnos una realidad que difícilmente podemos o queremos ver.
Solo conocer la realidad desarma los mitos y prejuicios acerca de esta violencia extrema.
Lo que leeremos a continuación fue publicado por su autora en internet.
Testimonio de Prostitución de Ambar IL.
Tercera Parte
Infancia sexualmente abusada, maltratada, abandonada.
Sociedad que mira a otro lado.
Chicas prostituidas que vienen de situaciones vulnerables que no importan.
Sociedad que mira a otro lado.
Todo tiene su efecto causa. En una mayoría de casos, esto también.
NO MIRES A OTRO LADO.
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Si tu testimonio como exprostituida no encaja con lo socialmente aceptado, con lo políticamente correcto, con esa comodidad instaurada en una idea sistemática de libre elección, ya pasa a ser cuestionado.
Sin escuchar que previamente, esta misma libre elección era defendida por muchas de nosotras estando prostituidas, cuando no nos reconocíamos como víctimas, como sujetos vulnerables a las que el sistema prostituyente captó y modeló a su antojo.
La indefensión aprendida hace mucho daño.
Me pregunto si alguien se acuerda de la amiga de Julia Roberts en PrettyWoman.
Ella, Julia Roberts, encuentra a su Richard Gere, pero ¿y la amiga?
La historia de Kit es la de muchas mujeres ahora y ha sido la de muchas de nosotras, supervivientes de prostitución, antes.
Las putas nunca encontramos a un principe azul que nos rescate de nuestras vulnerabilidades antes de que las circunstancias nos conviertan en putas. Nunca encontramos a un Richard Gere que nos aleje de ser putas y cambie esas circunstancias.
El putero no modifica tu situación, la agrava y se aprovecha de ella al igual que lo hace la sociedad y el estado.
Y si consigues salir lo consigues tu solita, no con la ayuda de ningún príncipe salvador.
Las dos caras de la prostitución, la bonita y socialmente aceptada y la real y cruda para una gran mayoría que pocos quieren ver.
Muy bien explicado, totalmente de acuerdo. Yo aún estoy en proceso de recuperación de mi sexualidad después de tantos años de abusos en mi infancia y prostitución posterior. Es difícil porque quieres sentir y muchas veces, sin darte cuenta, dejas de hacerlo automáticamente porque la mente ya entra en el modo disociación. Aunque ya no estés sufriendo abusos ni prostitución o situaciones abusivas sexualmente, tienes el cerebro programado desde tantos años y no puedes controlarlo en tus relaciones normales de pareja, en mi caso. Tienes que concentrarte y trabajar mucho tu propia psique cuando tienes sexo porque parece que cuanto más te esfuerzas en sentir más disocias y te acaba creando una situación estresante. Es un proceso lento la recuperación de tu propia sexualidad después de tantos años de violencias sexuales. Cierto que con la comprensión de tu pareja, complicidad y comunicación es más fácil ir recuperando, poco a poco, la capacidad de sentir placer en las relaciones sexuales.
Ambar IL Yo creía que estar siendo prostituida por proxenetas era mi libre elección. También lo creía cuando me prostituí por mi cuenta y tampoco era capaz de analizar que no era mi libre elección sino una consecuencia de las cadenas invisibles a las que me ataba mi propio pasado de vulnerabilidades, violencia sexual y maltrato. Como dice el artículo con los años aprendes realmente el ejercicio de la libertad y sus verdaderos conceptos.
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Estando prostituida un "cliente" no quería ducharse y sacó una pistola.
Yo, con 18 años, no sabía si tener más miedo de él o de la encargada del piso que me culparía a mi por haber provocado esa situación al pedirle que se duchara antes de empezar.
A veces tenía miedo de morir, desnuda, en una de esas camas del prostíbulo, con un putero encima sin darse cuenta de nada, porque la anorexia y la bulimia empezaban a causar estragos en mi cuerpo no solo a nivel físico sino a nivel electrolítico y los calambres en las extremidades me dejaban paralizada por unos minutos.
Me planteaba que algún día me quedaría allí tirada, con las manos y pies vueltos para dentro, sin poder moverme y preguntándome si alguien, si el putero, la encargada o el proxeneta harían algo por ayudarme.
Tuve suerte y siempre recobraba la movilidad y podía levantarme.
A la sociedad le importa una mierda "los porqués" de tu anorexia y bulimia.
Al proxeneta le importa otra mierda, a la encargada más de lo mismo pero al putero que está contigo, que esta presente cuando te quedas paralizada, a ese no es sólo que no le importe sino que seguía rematando su faena cuando yo siquiera podía moverme.
El putero no es tu amigo.
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La pornografía ha influido en mi vida de una manera brutal.
Creía que debía comportarme como una actriz porno, tanto cuando me prostituían como después en mi vida personal.
Acabé normalizando el porno en mi propia vida.
Me enseñaron en esas habitaciones donde era prostituida, te lo enseñan los hombres que te compran y te lo acaban de inculcar las cientos de películas que tienes que visionar en esos momentos y que tu acabas cogiendo como referencia.
No concebía el sexo de otra manera, en mi mente yo tenía tan asumido el papel de "actriz porno" que me costó muchos años erradicarlo.
Tanto es así que lo aplicaba posteriormente con mis relaciones personales en las que nunca sentía nada en absoluto, porque aprendí a disociar completamente pero aún así, mi vida, la sentía como si fuera una película porno.
Yo me sentía esa actriz porno.
A veces aún siento a esa "actriz" autómata, que disocia, que no siente nada y que durante tantos años tuve que fingir ser, pugnando por salir y fastidiándome las relaciones con mi pareja.
No sé si algún día dejaré de sentir su presencia y podré ser yo, sin ella, de una vez.
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Pero obviamente no es un tema sencillo, puesto que a la sociedad, al sistema prostituyente cegado por el grandísimo interés económico que mueve la prostitución en todas sus variables y del que se lucra en muchas ocasiones, le interesan opiniones de mujeres que están en la prostitución y que por suerte no vienen ni de situaciones vulnerables ni acarrean traumas o secuelas por el ejercicio de la misma. Pero son pocas las que se encuentran en esta descripción. Aunque seas superviviente de prostitución, si tu situación era de vulnerabilidad antes y después, no se te escucha o no se te tiene en cuenta porque esta versión no interesa tanto como la otra. Como tampoco le interesa al estado acabar con esas situaciones de vulnerabilidad de tantísimas niñas, chicas, mujeres para que no acaben siendo captadas para que las prostituyan como nos sucedió a muchas. Al final acabas atrapada en esa espiral prostituyente porque, como digo no tienes, no ves, no puedes encontrar otras opciones para vivir. Cada persona es un mundo y no se puede enarbolar una misma bandera en nombre de todas, pero por desgracia, la mayoría de mujeres que están o hemos estado en la prostitución veníamos o vienen de circunstancias de vulnerabilidad graves y/o extremas.
Acabo de ver los tres minutos de documental de la señora Rius. Me ha revuelto el estomago sobre todo porque escucharla me ha reportado a varias de las "Madames" que yo tenía, las mismas frases, las mismas palabras, el mismo tono, el mismo acento, exactamente igual. Yo debo ser de otro planeta porque siempre sentía vergüenza de lo que hacia, de lo que me hacían, no como ella, que iba con la cabeza bien alta "haciendo señores". De hecho aún siento ese estigma de una manera importante en mi vida y mas cuando he empezado a hablar de ello desde hace un año. Voy a poner en mi currículum que todas esas lagunas temporales que tengo eran porque estaba "haciendo señores", en Las Palmas de Gran Canaria, en Barcelona, eso si, encantada de la vida i digna, sobre todo muy digna. Si una "elige" vender su cuerpo nadie se lo puede prohibir, los motivos, las circunstancias solo ella las conoce, pero que otrx se lucre con ello adornándolo de que es "un trabajo", una "opción laboral", no es admisible, ni aceptable, ni lógico. Al menos para mi, que se de la mierda que venía, se la mierda que pasé estando dentro y se la mierda que se me quedó pegada por todo ello, no lo es.
Yo creo que he sido idiota y he equivocado mi rumbo en esta vida. Con los años que estuve prostituida y prostituyéndome, debería haber continuado en "esa carrera", como ha hecho la señora Rius y estar concediendo entrevistas toda empoderada yo, eso si, en Espejo Publico para que todos me rieran las anécdotas que tengo que contar de mis clientes, famosos y no tanto. No se si me molesta, me duele más, el hecho de lo sórdido y escabroso de esta mujer o la hipocresía y lo insultante de que a los presentadores y colaboradores del programa les hagan gracia estas "anécdotas" de la mierda que ha vivido esta mujer y que ha normalizado de una manera brutal y lo peor, de la que aún sigue viviendo a costa de otras. Esta mujer no es importante como nos están queriendo mostrar, está traficando con esas mujeres ahora, con su vulnerabilidad y eso, para mi, no es cuestión ni para reírse, ni para concederle entrevistas.
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Yo me empodero, tu me empoderas.
Cuando sufres abusos sexuales en tu infancia, desarrollas una indefensión aprendida y en mi caso también asumí que solo servía para el sexo.
Me volví muy promiscua con cualquiera y acabé siendo prostituida y prostituyéndome.
¿En cual de las dos situaciones me sentía supuestamente más "empoderada"?
Teniendo en cuenta que tanto en la promiscuidad como en la prostitución no sentía placer, ni deseo y sufría disociación en ambas.
Debería hacerse un serio análisis, una profunda reflexión sobre la utilización de la palabra empoderamiento en algunos ámbitos.
No todo lo que parece empoderante te empodera y la supuesta libre elección, en muchos casos va teñida de un silenciado dolor, profundos traumas y múltiples secuelas.
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LLegaba la Navidad y te sentías diferente.
En tu cabeza no había como principal preocupación la carta a los reyes magos. En tu cabeza golpeaba fuerte el ¿porqué? ¿porqué volvía a pasar? ¿porque estaba pasando? ¿porque te hacían "eso"?
Yo sabía que no era igual a l@s demás.
Veía a mis compañeras de clase y me sentía diferente. Miraba a la gente en el metro y me veía distinta.
Quería ser como las protagonistas de los libros que leía, de los dibujos que veía, de las pelis que me gustaban.
Quería ser abogada. Incluso me ofrecí en los juzgados para ayudar de manera voluntaria para clasificar archivos :) !
EL camino se desvió, el futuro se modificó y los abogados los necesité yo cuando sufrí violencia de género.
Acabé prostituida, anoréxica, bulímica, cocainómana, maltratada, ingresada por intentar acabar con mi vida y sola, muy sola.
El futuro no es muchas veces el que soñámos siendo niñ@s. Puede convertirse en uno totalmente diferente.
Pero aún así, si consigues tener suerte y sacar fuerzas para seguir adelante, quizá no tengas ese futuro que soñabas pero si uno lo más parecido.
Y sobre todo, intentar luchar por que l@sniñ@s de ahora SI puedan tener el futuro que desean.
No nací para ser abusada.
No nací para ser puta.
No nací para ser maltratada.
Nací para vivir, no para tener que sobrevivir
por culpa de la maldad y complicidad de terceros.
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Pasando las fiestas comiendo todo triturado porque algunos de mis dientes han perdido gran parte del esmalte y el dolor es terrible. Muelas ya he perdido unas cuantas.
La bulimia ha hecho estragos en mis piezas dentales.
Buscando soluciones odontológicas asequibles y efectivas.
El daño en los dientes es una consecuencia de la anorexia y la bulimia.
La anorexia y la bulimia, en mi caso, son consecuencia de los abusos en la infancia y de la prostitución.
Los abusos en la infancia y la prostitución son consecuencia de individuos con mentes perversas, malvadas y destructivas.
Los abusos en la infancia destruyen infancias y modifican vidas enteras, física, emocional y psicológicamente.
Y a pesar de todo me siento afortunada por estar aquí y poder contarlo <3 aunque sea con los dientes mal ;)
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Y la dificultad para encontrar trabajo después de salir de la prostitución por el estrés postraumático que arrastramos. La falta de medios profesionales, estatales, para nuestra adecuada reinserción en todos los niveles al mundo "no prostituyente".
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Cierto, deberían probarlo y no sólo eso, deberían probar también esa penetración anal por la que tanto insisten, por la que intentan convencerte como sea, que "pagan más" si hace falta 👿 y mil excusas que inventan para que te dejes hacerla. Esa también les haría falta probarla repetidamente a más de uno, unas cinco o seis veces por jornada y rezar con miedo, para que no se lo hagan sin protección. En todas estas situaciones me gustaría ver a más de uno.
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Yo pasé por muchos pisos como este, por muchos. Y están escondidos, son difíciles de "encontrar" porque hasta los vecinos de la finca, muchas veces, miran a otro lado. Los prostituidores son en muchas ocasiones los que permiten con sus puestos en la política, en la policía o en el mismo ámbito jurídico que esos pisos existan. Y encima eres tu, la prostituida, la que tienes que ir con cuidado, con extremo cuidado para que no te cruces con ningún vecino, no subas con ascensor, no hables muy alto y mientas como una bellaca. Si alguien te pregunta "estás estudiando en la academia de azafatas" de la que la puerta del piso hace gala con una flamante placa falsa. Y si te pregunta el prostituidor, tienes tu nombre de batalla preparado, tu historia vital preparada totalmente ficticia y adornada para que no le incomode cuando te esta violando y todo un teatro a tu alrededor para que se adecue a lo socialmente aceptado para el proxeneta, para los vecinos, para el prostituidor e incluso para ti misma, porque llega un momento en que realmente no sabes ni quien eres ni porque coño estas en esa situación.
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Buenos días. Coincido con Alexis en su entrevista. Todas las secuelas que muestra son las mías. Tengo diagnosticada una discapacidad por el estrés postraumático que me han dejado los abusos en mi infancia y la explotación sexual, la prostitución posteriormente. Te roba mucho de ti misma, de tu persona, de tu vida, a nivel personal, educativo, laboral. Te deja rota por dentro y la recuperación, que la tienes que hacer tu sola la mayor parte de las veces es muy larga y complicada. Lo que me parece increíble es que no hay ningun tipo de ayuda para "el después".
Ambar IL (Comentario a En los burdeles alemanes)
"¿CUANTO DE PEDOFILIA HAY EN LA PROSTITUCIÓN ?"
Mucho más de lo que se cree. No siempre van desligadas una de la otra.
Y me refiero en la prostitución de chicas que no son niñas.
¿Cuantas veces, siendo prostituida, tuve que acatar ser la elección que el proxeneta hacía para el prostituidor porque podía hacerme pasar por menor y así elevaba el precio a pagar?
¿Cuantas veces, tuve que escuchar las perversas y pedófilas fantasías de los prostituidores?
¿Cuantas veces me vendaban los ojos durante esa hora para que no le viera la cara al titular de esas peticiones?
¿Cuantas veces?
Muchas, demasiadas.
Si, la pedofilia, la pederastia, la prostitución, muchas veces van cogidas de la mano.
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"ESTRÉS POSTRAUMÁTICO.
CUANDO VES PROSTITUIDORES EN TODAS PARTES"
Me he apuntado a un nuevo grupo de lectura, tal y como llevaba haciéndolo desde hace dos o tres años.
He tenido que dejarlo porque me generaba una ansiedad considerable por el elevado numero de participantes y porque en este grupo había tres participantes masculinos.
¿Que parece absurdo? Lo sé.
Pero es lo que tiene que la mayoría de hombres me recuerden a "los clientes" que tenía cuando era prostituida.
El estrés postraumático asoma su cabeza.
Los abusos sexuales en la infancia, el maltrato físico/psicológico, la prostitución, dejan secuelas.
Y por absurdas que parezcan a ojos de gran parte de la sociedad, a nosotr@s nos suponen un infierno.
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Cuantas que han vivido lo mismo que tú salieron, y hoy están poniendo su experiencia, a la luz, para que aprendamos las demás. .? Muy pocas..!! Eso te honra cómo ser humano. .!! Todos tenemos fantasmas en n...Ver más
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Muchas gracias Juana. Es que es muy dificil hablar de esto y no todas las mujeres pueden o tardamos mucho en hacerlo. Yo rompí el silencio de los abusos sex que sufrí en mi infancia hace doce años, pero de esta etapa como prostituida hace menos de un año. Es un tema muy, muy estigmatizante, muy silenciado y con un gran componente denigratorio socialmente. La sumisión aprendida en todos estos casos, de abusos, maltrato, prostitucion, es brutal y ejerce en ti un miedo y una indefensión de la que es dificil escapar. Y cuando hablas te enfrentas a amenazas de denuncias por parte de la familia y como digo mucha marginación social.
"CRUDAS REALIDADES"
Abusos sexuales, incesto:
A veces las familias son los peores enemigos de las víctimas.
Prostitución:
A veces la sociedad, hombres y mujeres son los peores enemigos de las víctimas.
Entonces....
¿En quien coño podemos confiar las víctimas?
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Los abusos en la infancia duelen para siempre.
Porque te obligan a crecer rápido.
A desarrollar estrategias antes de tiempo.
A tener activadas las alertas de tu mente para el peligro inminente.
A conocer antes de hora la maldad del ser humano.
Todo se acelera y se magnifica porque tu instinto de supervivencia así lo desarrolla.
Y creces y vives la mayor parte de las veces una vida al límite que no te hubiera tocado vivir.
Para ser superviviente y resiliente antes has sido víctima y aunque duela recordarlo, no deja de estar implícito en el proceso de recuperación de un@ mism@.
En nuestra propia recuperación esta escrito también nuestro propio infierno.
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"ABUSOS EN LA INFANCIA, LOS TATUAJES DE LA VIDA"
Cuando el abusador aprovecha su grado de confianza con la víctima para vulnerar todo su ser, empieza a trazarse ese tatuaje en el alma.
Los primeros esbozos ya están hechos y la indefensión aprendida acabará de completar los dibujos grabados con sangre.
Saliendo a la vida desde las puertas de una infancia y una adolescencia hechas jirones te encuentras mas “artistas” que van perfilando los diseños, cada vez mas profundos, cada vez mas dolorosos, porque se trazan muchos de ellos encima de los primeros todavía en carne viva.
Y así se van completando una serie de dibujos en tu alma, desgarradores y siniestros pero que vas conociendo porque ya forman parte de ti.
Reconoces cada color, cada curva, cada trazo porque el daño que te han infligido los “artistas” es similar al primero, al inicial, al que lo empezó todo.
Y descubrimos que el sentido de los tatuajes en la piel pasa a ser insignificante cuando lo comparamos con el de los tatuajes del alma.
Son los tatuajes de la vida y esos son los que más significado tienen.
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Cuando a los dieciocho años, escapas de tu casa, duermes en pensiones nauseabundas, robas latas de conservas para poder comer, el proxeneta te capta con un anuncio laboral y al día siguiente ya te está prostituyendo, vuelves a redescubrir que el mundo sigue siendo el mismo lugar hostil que ha sido siempre.
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"APEGOS"
Apego a tu ABUSADOR porque confiabas en él, porque le conocías, porque le querías.
Y abusa sexualmente de ti.
Apego a tu FAMILIA porque pensabas que iba a protegerte, a cuidarte, a creerte.
Y te silencia, te margina y no te cree.
Apego al PROXENETA, porque cuando huyes de tu casa te hace creer que va a ocuparse de ti, a preocuparse, a cuidarte.
Y se lucra y aprovecha de tu vulnerabilidad.
Apego al PROSTITUIDOR, porque te hace creer que es tu amigo.
Y te usa para satisfacer sus anhelos sexuales y de dominación.
Apego a una SOCIEDAD, porque te resistes a pensar que el sistema no funciona.
Y te abandona, te deja sola antes, durante y después de la manera más cruel.
¿Apegos?
Al final te das cuenta de que los apegos solo sirven para mantenernos anclados a unas realidades que nos vendieron y que después, en muchos casos, nunca se cumplen.
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Nos hacían poner inyecciones anticonceptivas todos los meses, análisis de sangre periódicos, esponjas vaginales cuando teníamos la menstruación para que pudiéramos seguir "trabajando", desfilar como carnaza delante del prostituidor y hacer hasta 8 o 9 servicios uno detrás de otro, metiéndote prisa, tocando a la puerta la "madame" para avisarte de que tenias que ir terminando porque el otro ya estaba esperando en el reservado. Como si estuviéramos soportando esas violaciones con agrado y recreación.
Sinceramente, los años que pasé prostituida fueron un claro ejemplo de uno de tantos submundos podridos de los que hace gala la especie humana.
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Como bien dijo el futbolista Julio Alberto al hablar sobre los abusos que sufrió: "Si tienes gripe y llegas tarde, piensan que te estás drogando otra vez".
La sociedad es así.
Las familias de las víctimas, la mayoría, son así.
Te estigmatizan porque les da la gana, porque si.
¿Que has sufrido anorexia? Eres y serás anoréxica toda tu vida.
¿Que has tomado drogas? Eres y seras drogadicto para los restos.
Y así con todo.
No importa que hayas rehecho tu vida, que hayas luchado como un león para salir adelante, para no hundirte más en el barro al que te lanzan los abusos.
Todo eso, no importa.
A la sociedad, a algunas familias les viene muy bien colocarte el cartelito.
Se sienten cómodos de esta manera. No les interesa verte de otra.
Porque si lo hicieran, sus propias miserias, sus propias frustraciones que tanto intentan esconder, saldrían a flote y eso, no se lo pueden permitir.
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